viernes, 28 de marzo de 2008

Nuestra Señora de la Paz

Seguramente soy una de las pocas personas a las que las pirámides de Egipto le producen una cierta repulsión. Aunque sean monumentos increíbles por su grandiosidad en comparación con los escasos medios técnicos de la época en la que se construyeron, no dejan de presentárseme como símbolos de la opresión de los faraones. Probablemente la mejor manera de ilustrar lo que representan para mí sea la contemplación de otra obra admirable, pero de nuestra propia época: la Basílica de Nuestra Señora de la Paz de Yamoussoukro.

En 1985, un malnacido llamado Félix Houphouët-Boigny, presidente de Costa de Marfil, país subdesarrollado pero rico entre otras cosas por las exportaciones de café y cacao, decidió gastarse el dinero en construir una catedral de dimensiones faraónicas, comparable a la de San Pedro de Roma, en lugar de hacer más feliz y próspera a su nación. Tras cuatro años de obras, el mundo pudo contemplar la catedral más increíble de África y quizas del mundo, una obra de una grandiosidad que espanta, con una altura de 158 metros y capacidad para 18000 personas. Una barbaridad propia de un Ramsés o una Nefertiti. El muy cabrón no tuvo bastante con esto, sino que cuando el papa, escandalizado por este alarde de caciquismo, se negó a asistir a la consagración de la iglesia, llegó a un pacto en el que aceptaba construir a cambio un hospital para los más pobres en las cercanías y una universidad católica. La primera piedra de esas obras se colocó durante la presencia del papa para dar el pego, y a continuación se dejaron abandonadas. Sólo eran parte de la farsa.

Mientras estas cosas pasaban, el pueblo de Costa de Marfil vivía (y vive) mayoritariamente en la pobreza. Pero quizás llegue el día en que los turistas acudan a echar fotos a esta maravilla (realmente lo es desde el punto de vista arquitectónico) y hablen de ella con la misma admiración con la que hablan de las tumbas de Ramsés y los demás Houphouëts de su tiempo.

Fuente e imagen: wikipedia

miércoles, 26 de marzo de 2008

Bye, bye, Microsoft

No soy muy dado a escribir artículos de informática, precisamente porque después de todo el día trabajando sobre el tema, prefiero hablar de otras cosas, pero como hace pocos días me compré un portátil nuevo (desde el que estoy escribiendo esto, precisamente), me apetecía comentar un poco en tema de su configuración.

Como casi todos los equipos que se venden hoy en día, el portátil venía equipado con Windows Vista (concretamente la versión Home Premium). Yo no tenía muy buena experiencia con Vista desde que lo probé en el trabajo. Demasiado insistente pidiendo permiso para ejecutar casi todo, y un interfaz que, al menos yo, no encuentro nada intuitivo. De todas maneras, mi primera intención era darle una oportunidad y al menos probarlo unos días, para luego realizar una instalación dual, con una parte del disco dedicada al Linux Ubuntu, y la otra al Windows Vista. Más que nada por aquello de "y si me hace falta algo de Windows, pues lo tengo aquí mismo para arrancarlo".

Finalmente no ha sido así. Vista se me ha hecho insufrible desde el minuto 1. Arranque lentísimo (seguramente debido a una precarga que dicen que realiza de tus programas más habituales para luego ir más rápido ejecutándolos), usabilidad más que discutible (por lo menos para administrarlo) y un interfaz lleno de pijerías, pero menos directo y sencillo que XP. Sin duda, Microsoft la ha cagado y mucho con este producto. Tanto es el rechazo que provoca que incluso quienes no usan Linux se lo desinstalan para poner XP. De hecho, el proceso de downgrade a XP es una petición muy común entre los nuevos usuarios, algo que ilustra lo poco atractivo que es Vista.

Ante esta situacion, he acabado dedicando todo el disco a Linux y punto. Buen rendimiento, fácil instalación (casi casi sólo hay que decirle en qué idioma la quieres y adelante), y la maravilla del gestor de paquetes, que hace que todo el software instalado esté bien ordenadito. A fin de cuentas ya no hay prácticamente nada de Windows que me resulte necesario. Para la ofimática tengo el Open Office, que puede abrir los documentos de Microsoft Office, para chatear tengo el amsn que funciona incluso mejor que el Live Messenger, para el P2P tengo el amule que es calcado al emule, para navegar por supuesto el Mozilla, e incluso para editar música tengo el Tuxguitar, compatible con los ficheros de Guitar Pro. Sólo les falta pulir un poco el sonido en la reproducción, para que sea algo más relalista, pero se puede trabajar perfectamente. Creo que ahora sí ha llegado el momento de decir "bye, bye, Microsoft".

domingo, 23 de marzo de 2008

El semanasantismo

Decía Santiago Carrillo (y otros muchos le han copiado la frase) que él no era realista, era juancarlista, haciendo referencia a que, pese a sus ideas republicanas, apoyaba al rey Juan Carlos I. Ocurre en España (pero muy particularmente en Andalucía) algo muy parecido con la religión. Lógicamente, hay de todo: ateos, católicos, agnośticos y, gracias a esta globalización humana que vivimos, también muchos musulmanes; pero lo cierto es que la mayoría de los andaluces no son exactamente católicos: son semanasantistas, seguidores de la semana santa. Realmente se trata de una especie de religión diferente a la cristiana. Para muchos de ellos es perfectamente posible no pisar una iglesia en todo el año, y luego llevar a cuestas al Cristo durante el jueves santo. No ven contradicción alguna en meterse con los curas y defender ideas contrarias a los dictados del papa, para luego derramar lágrimas de sincera emoción al paso de la Macarena por las calles de Sevilla. ¿Incoherencia? No, simplemente una religión diferente. Tras muchas generaciones de herencia cultural, han acabado desarrollando una manera particular de entender la religiosidad, que no es esclava de lo que diga el clero, sino de sus propias tradiciones. Para ellos sus figuras (la Macarena, el Cristo del Gran poder,...) son como para los antiguos romanos las estatuas de Júpiter o Minerva: reflejos mismos de la religiosidad, que no necesitan de ninguna profunda teología para emocionar y motivar a los cofrades, embelesados con el pausado ritmo de la música y el solemne caminar de los penitentes, ante la imagen del Cristo que sufre el martirio, o de la Virgen que derrama lágrimas por su hijo.

Imagen: http://personal.telefonica.terra.es/web/semanasantaensevilla/postales/postales2.htm

jueves, 20 de marzo de 2008

Mover las cosas desde abajo

Mientras muchos disfrutan de sus vacaciones de Semana Santa, yo estoy por aquí trabajando (es tradicional en mí pedirme las vacaciones en días atípicos). Pensé que serían días tranquilos puesto que nuestros clientes también están de vacaciones y muchos de nuestros jefes tampoco están. Sin embargo, ayer hubo varias personas cabreadas por la falta de coordinación entre departamentos y por tener que hacer cosas que, en teoría, no son asunto suyo. Hoy también hemos tenido una instructiva reunión informal entre varios de los que estamos aquí sobre el siempre espinoso tema del control de calidad y la necesidad de convencer a nuestros jefes de que hay que dedicar recursos a ello.

Siempre he pensando que los españoles, en general, no somos buenos empresarios. Y no sólo no somos buenos empresarios, sino que tampoco valemos para mandos de una empresa ya creada. Salvo raras excepciones, nos volcamos en el individualismo, tiramos balones fuera, y somos intransigentes en las negociaciones. Apenas hacemos reuniones o, si las hacemos, es para echarnos las culpas, quitarnos los problemas de encima y no llegar a ninguna conclusión concreta de la que quede constancia y sobre la que haya un compromiso firme.

Hoy, un compañero que ha estado en una multinacional alemana comentaba que la cultura allí era completamente diferente. Se realizaba un extraordinario trabajo en equipo, aunque quizás cada individuo no fuese excelente, mientras que aquí se realizan auténticas proezas a nivel individual, pero no se sabe coordinar el esfuerzo. Cada cuál hace la guerra por su cuenta. En lugar de un ejército de soldados mediocres pero bien coordinados, somos un grupo de esforzados boinas verdes que no se saben comunicar ni coordinar, por lo que, ante un enemigo bien preparado, no tenemos ninguna posibilidad. Podremos realizar algunas acciones meritorias, pero a la postre perderemos.

Estábamos indagando sobre cómo mover este tema y yo he defendido que la única manera es convencer a "los de arriba" de que sale rentable hacer las cosas bien. El defecto general del español es ese: cree que le va a salir más a cuenta ir a su bola, y se equivoca. Si comprendiese lo que ganaría coordinándose bien con otros, a buen seguro que escogería esa opción. Pero no lo comprende: Cree que lo mejor para él es crearse un "nicho" en el que realice bien su trabajo y listo. Los demás, ya se apañarán, pero sobre todo que no metan las narices en lo que él hace, que es su mundo, su terreno. La persona no se identifica con un objetivo, con un proyecto, sino que se identifica con un puesto. Él está en su puesto haciendo su trabajo y cobrando a fin de mes, y a partir de aquí, que no le expliquen nada. En un trabajo bien coordinado, el puesto no es algo esencial ni definitivo. Por supuesto que el trabajo total del proyecto se divide y se reparte, pero este reparto puede cambiar, así como las tareas asignadas a cada parte del proyecto, e incluso el proyecto mismo. Además, se cuida la comunicación entre las partes, y a la mínina que se detecta una descoordinación, se convoca reunión para aclarar cómo se debe funcionar. En un proyecto bien dirigido, la intercomunicación es uno de los objetivos fundamentales, mientras que el trabajo individual bien hecho se presupone. En un proyecto mal dirigido, todo el mundo se vuelca en hacer bien una cierta tarea que le han dicho que debe hacer, pero nada más. Si resulta que su trabajo está resultando inútil al proyecto o no es el más adecuado para la siguiente fase de la cadena, le da igual, no es su problema, y tampoco hay nadie por encima que se encargue de cuidar estos temas.

Existe también el típico vicio por parte de los mandos de creer que su labor consiste simplemente en "distribuir marrones". Van llegando problemas y ellos los distribuyen entre sus subordinados; van llegando peticiones de informes por parte de quien está más arriba y ellos piden a su vez informes a la persona que se encarga (porque una vez más, es una persona, no un equipo). Nada más. No se sabe asumir el liderato de los proyectos, involucrarse en ellos. Se ve al vecino del departamento de enfrente como a alguien que te da problemas y al que puedes dejarle caer los tuyos cuando no sepas cómo salirte. Todo esto acaba perjudicando al conjunto, y por tanto a cada una de sus partes, o sea, a nosotros.

Se trata de toda una cultura contra la que hay que luchar, pero se hace difícil cuando desde la misma dirección general no hay una mentalidad diferente, que se propague hacia abajo. Mover las cosas desde abajo es difícil, porque el inmovilismo de quienes mandan no tiene otra solución que hacerles ver que les perjudica. Me pregunto si seremos capaces de hacérselo ver.

Imagen: http://almarobin.blogia.com/2007/111601-trabajo-de-investigacion-en-el-aula.php

jueves, 13 de marzo de 2008

El "mosquito"

A raíz de un comentario que hice en el blog de Juan de la Cuerva, me ha parecido interesante contar aquí algunos detalles del famoso bombardero DH 98, conocido como "Mosquito", ya que se trata de uno de los aviones más originales y eficaces de la historia de la aviación militar.

La historia de este aparato se remonta a 1938, justo antes de que empezase la guerra. La compañía de Havilland había construído poco antes algún avión hecho con madera, con muy buenos resultados, y propusieron a la RAF la idea de tener un avión de reconocimiento, opcionalmente utilizable como bombardero, que no llevase armas. De este modo, al ser tan ligero, sería suficientemente veloz como para poder escapar ante cualquier amenaza. Los mandos británicos rechazaron la extraña idea, pero la empresa continuó con su idea a pesar de todo. Al estallar la guerra con Alemania, la opción de poder construir aviones sin depender de los suministros de acero provenientes del exterior (amenazados por los submarinos alemanes), se hizo más atractiva, y la RAF les compró las primeras unidades. Cuando por fin se probaron los primeros modelos en 1941, se vió que podían volar a 631 Km/h, más que cualquier caza de la época. Todo esto gracias al hecho de tener sólo dos tripulantes, estar hecho básicamente de madera y no llevar ametralladoras.

Se convirtió en una de las obsesiones de Goering, el jefe de la Luftwaffe, que envidiava la capacidad que adquiría la RAF con un avión tan versátil. Se dice que podía llevar la misma bomba de 1814 kg a Alemania, volver, cargar combustible y una nueva bomba, atacar de nuevo y volver otra vez, en el mismo tiempo que tardaría un Stirling (el bombardero pesado de la RAF en ese momento) en hacer un sólo viaje. También fue usado en numerosas misiones de bombardeo nocturno, y fue el primer bimotor de la historia en aterrizar en un portaaviones. Por supuesto, también fue el mejor avión de reconocimiento, gracias a su velocidad y autonomía.

El último "mosquito" se fabricó en 1950, aunque continuaron en servicio hasta los años 60. Su original diseño fue un acierto y una muestra de audacia, al ir en contra de la tendencia general de fabricar "fortalezas volantes" como el B-17 o el B-29, muy útiles también, pero mucho más caros y menos prácticos para según qué misiones.

Fuentes:
http://www.europa1939.com/aviones/bombarderos/mosquito.html
http://www.flexi.net.au/~bfillery/mossie01.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/De_Havilland_Mosquito

Imagen: wikipedia

lunes, 10 de marzo de 2008

Tiempos oscuros

Bueno, llegado ya de mi viaje de fin de semana (por cierto, qué bien me lo he pasado apartado de toda la movida política, escuchando la música que me gusta y estando con la gente a la que aprecio), supongo que hay que hacer la obligada reflexión post-electoral, antes de volver a las andadas y llenar el blog con entradas que hablen de otras cosas además de política.

Mi visión de los resultados es, lógicamente, negativa. Seguimos en el bipartidismo de siempre, pero aún más acusado, lo cual nunca es bueno. Como otras muchas veces, el partido mayoritario gobernará con la ayuda de algunas fuerzas catalanistas, lo cual hará que pasemos otros cuatro años en los que el resto de España entonará el canto victimista y patético de lo malos que somos los catalanes, lo que nos "aprovechamos" del Estado, etc., etc. Pero bueno, veámosle también el lado positivo al asunto: El PP ha perdido. Siempre es una buena noticia. Ya es más difícil decir si es bueno o malo que UPD sólo haya conseguido un diputado. Por un lado mejor, porque así no estaremos viviendo una legislatura de enfrentamiento nacionalista español/catalán, pero por otro lado mal, porque fomenta el bipartidismo. Los medios acallarán la poca voz de este diputado (creo que es la propia Rosa Díez) como han acallado su campaña y listo. Llegará al 2012 sin pena ni gloria.

Por lo demás, los escasos números de las fuerzas más minoritarias (incluída CenB, aunque en nuestro caso era previsible), arrojan una sombra pesimista sobre el panorama político. O sea que de triunfo de la alegría nada.

Imagen: http://hastalosovarios.blogia.com/2005/julio.php

miércoles, 5 de marzo de 2008

Pros y contras de votar a Ciudadanos en Blanco

Quedan ya pocos días para la gran cita, y ya que voy a estar de viaje, creo que debo dejar aquí una última explicación de por qué Ciudadanos en Blanco (partido por el que me presento) es una opción a considerar entre aquellos que aún no tengan decidido su voto e incluso entre quienes sólo van a ir "para que no salga fulanito". El tema podría ser muy extenso, y por supuesto hablaré de estas cosas más adelante, pero lo resumo.

Hace poco mi padre, que es así de tiquismiquis y aficionado a la discusión, me planteaba sus dudas personales para votarme, a saber:
  • Que no proponemos nada. No ve beneficio alguno, frente a los 400 euros del PSOE, por poner un ejemplo.
  • Que no se fía de todo el montaje (un partido que no tiene afiliados, cuyos candidatos renuncian a su sueldo como diputados, etc.).
  • Que tiene pocas posibilidades, y es como tirar el voto.
La primera es la clásica excusa del ignorante que se deja llevar por las propuestas populistas, del que va detrás de esas ofertas de última hora que presentan los partidos cuando se acercan las elecciones y que tanto nos indignan a quienes vemos en esto algo más que una oportunidad para que el Estado nos pague algo más o nos baje un poco los impuestos. Desde luego, quien piense así nunca votará otra cosa que a los grandes partidos que vienen con las rebajas de Invierno.

La segunda es falta de costumbre. Tenemos metida en la cabeza la idea de que sólo valen los grandes partidos, con estructuras enormes, y no entendemos que, para representar el voto en blanco, no hace falta nada. Desde el momento en que sólo se pretende canalizar el voto en blanco, que no quiere ser representado por nadie, no es necesario ningún gran montaje. Respecto a la desconfianza sobre el dinero, aquí hay que hacer un acto de fe, cierto, pero no creo que sea tan problemático. Incluso puestos en el caso de que algún elegido (de los pocos que probablemente habría) traicionase su promesa y se quedase con su sueldo, ¿sería eso mucho peor que dárselo a Acebes, a Ridao, a Duran, a Chacón...? Después de estar durante 30 años de democracia alimentando a 350 personas que en su mayoría no nos representan, no veo qué gran riesgo supone tener una mínima fe en un proyecto innovador y necesario.

La tercera es el clásico lastre de los partidos pequeños. A la gente le gusta sentirse protagonista, votar al PSOE, por ejemplo, y pensar que así, si gana (cosa probable), él habrá "contribuido" a esa victoria, y su voto habrá sido "útil". Falso: en las cuentas de los escaños, lo importante es el margen que tiene cada partido en nuestra provincia. Si al PSOE le sobran 1000 votos en el diputado que ha conseguido, nuestro voto habrá sido igual de útil que lo que hubiera sido a otro partido al que le faltasen 1000, y mucho menos útil que al que sólo le faltaba 1 y no lo tiene por culpa de querer "ser útiles". Además, al "alimentar" a los partidos grandes con la excusa del voto útil, fomentamos el bipartidismo y reducimos la pluralidad de la cámara, con la consecuente falta de crítica al gobierno y, por tanto, de libertad y transparencia.

Yo no pretendo conseguir que los votantes convencidos de uno de los partidos que se presentan, cambien su voto. La persona que vota al PSOE porque cree en Zapatero mantiene una opinión completamente respetable, igual que quien vota al PP porque de verdad cree en Rajoy (por muy increíble que me parezca a mí esta posibilidad), e igual con los demás partidos. Ahora bien, quienes, descontentos de la política en general, y acostumbrados a criticar a los políticos de uno u otro partido, finalmente opten por quedarse en casa o por realizar un "voto útil" que no les convence, esos sí que creo que están siendo algo irresponsables, y a ellos se dirige esta iniciativa. Quien no cree en los partidos que se presentan tiene tres opciones:
  • No votar: Perfectamente respetable para quien de verdad pase del tema, pero no para quien se queja del gobierno. Antes era comprensible, y yo mismo me he abstenido muchas veces, pero ahora que existe una manera de tener un voto en blanco computable, esta opción ya no puede defenderse.
  • Votar en blanco: Opción lógica, pero que ahora, con la existencia de CenB, pasa a ser inútil. Para votar en blanco, mejor votas a CenB y así tu voto tiene valor real.
  • Votar al "menos malo": Típica opción de quienes quieren mejorar un poco la situación, pero no saben cómo porque nadie les convence. Desgraciadamente, al votar entonces a los grandes partidos, eternizan el bipartidismo y mantienen a la clase política encerrada en esa burbuja de presunta "legitimidad" que les otorgan estos votos. Que cada cual haga lo que crea conveniente, pero pienso que si de verdad queremos que algo se mueva, no debemos contribuir a una dinámica que no lleva a ninguna parte.
En fin, que quienes crean que algo debe cambiar, quienes piensen que la actual manera de hacer política no es la correcta, quienes no se sientan satisfechos con las propuestas de los partidos y con el bochornoso espectáculo de su propaganda electoral (no hay más que ver los lamentables "cara a cara" que hemos vivido), que sepan que tienen una salida, que pueden votar en blanco de una manera útil. Los demás, quienes de verdad crean aún en PP, PSOE, IU, ERC, CiU, etc., que vayan a votarles. Yo, desde luego, no lo haré.

lunes, 3 de marzo de 2008

¿D'Honde está el problema?

Llevo ya bastantes días leyendo el nombrecito de marras. Por todas partes la gente menciona la "ley" (en realidad es más bien un método) d'Hondt, como si lo conociesen desde el colegio, como si fuese el teorema de Pitágoras o algo así. No sé si es que está de moda o es que queda "guay" presumir de conocerlo y repetir por activa y por pasiva lo malo que es para las minorías. Incluso se ha convertido para algunos en algo así como la causa de la degenaración democrática de nuestra sociedad, o poco menos. Pero ¿de qué va en realidad?

El método d'Hondt es un algoritmo matemático usado comúnmente para calcular los escaños que corresponden a cada lista electoral, no sólo en España, sino en otros muchos países. Como era de esperar, debe su nombre a su creador, el jurista y matemático belga Victor d'Hondt. Básicamente es un método proporcional, que asigna bastante bien los escaños en relación con el número de votos, aunque no sea tan equitativo como otras alternativas (véase el método de Sainte-Laguë, usado en otros países) por lo cual, las acusaciones contra el pobre señor d'Hondt me parecen algo desmesuradas. En realidad, es aspecto negativo que le ha dado tanta mala fama, es una variación posterior del método que añade un punto de corte, por debajo del cual, los partidos son descartados de entrada. En España, por lo que sé, es el 3%. Esto significa que si un partido no reúne en su circunscripción más del 3% de todos los votos que se han realizado, es como si no existiera. Otros países usan un 2% (Israel), un 10% (Turquía), un 5% (Bélgica), etc.

Creo que se habla demasiado de este método sin conocer realmente sus consecuencias y sin reflexionar sobre el fondo de la cuestión. Si nuestra democracia va mal, es por otras razones que por la fórmula que lleva a esta distribución de escaños. Incluso el límite del 3%, aunque debería ser eliminado, no me parece argumento suficiente. En realidad, la base del problema es la repartición por provincias (desde el punto de vista matemático), y la inercia del electorado (desde el punto de vista social). El sistema electoral es absurdo en su mismo concepto, puesto que se escogen dos cámaras (congreso y senado) que teóricamente suponen dos tipos de representación (poblacional y territorial), pero luego resulta que ni el congreso es poblacional (puesto que se escoge por provincias, con evidente desproporción de la cantidad de votos necesaria para lograr un escaños en Madrid y Guadalajara, por ejemplo) ni el senado es territorial (depende también de los habitantes). Pero de esto hablaré cuando aborde el tema del senado, que le tengo ganas porque es de juzgado de guardia...

Y finalmente, el problema principal y básico de todo esto, es la inercia del electorado. Personas que votan para que no salga aquél, o gente que se deja engatusar por las ofertas de última hora de los partidos, que se lanzan al populismo con tal de aumentar su poder... estos son los verdaderos responsables. No hay una conciencia y una educación democráticas que nos hagan revisar las diferentes opciones (¿alguien se ha leído los programas?) y apostar por una, quizás equivocadamente, puesto que todo es opinable, pero al menos con la convicción de estar apostando por lo mejor para nosotros y para el país. Mientras no se corrija esta mala educación, ya podemos tirar lodo sobre el pobre señor d'Hondt, que no vamos a cambiar nada.

Imagen: wikipedia

domingo, 2 de marzo de 2008

Zeitgeist

A través de Jorge Cortell he descubierto este sobrecogedor documental sobre la dominación de los grandes poderes económicos y las estafas de la guerra global contra el terrorismo, etc. Aunque en algún momento quizás sea demasiado conspiracionista, muchas de las cosas que dice son realmente sólidas y la verdad es que hacen pensar. Podéis acceder a la película en: http://zeitgeistmovie.com/

Aunque está en inglés, la primera parte tiene ya una traducción, y están trabajando en los subtítulos. Para el día 15 se está preparando que se proyecte en muchos lugares del mundo. Aquí hay una lista completa. Recomendable.


sábado, 1 de marzo de 2008

El 2 de Marzo, di NO al canon


Se están convocando manifestaciones frente a las sedes de la SGAE para el día 2. Fuente original: http://www.filmica.com/port666/archivos/007225.html