domingo, 27 de abril de 2008

Carnes y huesos

Ya dije que hablaría del tema de las carnes femeninas, o sea que vamos a ello.

Siempre he dicho que es mejor una chica más bien gordita que más bien delgada, y la experiencia (de muchas conversaciones entre hombres) me dice que la mayoría piensan como yo (cosa fácilmente comprobable, por ejemplo, si se ve casi cualquier película porno, como bien señalaba oldman en la entrada anterior). Lógicamente, si es posible, todos queremos un cuerpo bien proporcionado, una chica ni gorda ni delgada, pero como tal equilibrio es difícil y además es opinable (lo que para unos es estar gorda para otros no), siempre está bien fijarse en cual de las dos tendencias se prefiere; y por lo general hay coincidencia en que, puestos a escoger, más vale gordita. Todo esto presupone que no nos vamos hacia los extremos, porque a casi nadie le hace gracia un cuerpo extremadamente huesudo ni demasiado repleto de grasa. Es simplemente una preferencia, una tendencia. Y la tendencia suele ser preferir la carne al hueso. ¿Por qué? Yo creo que es sencillamente porque es más agradable de tocar. Los hombres, por lo general, preferimos un cuerpo blandito a uno donde los huesos y músculos no dejen casi lugar a la grasa que hace tan apetecibles las carnes femeninas. Y es que tanto las curvas del culo como las de las tetas, ambas tan importantes, son más difíciles de apreciar en una mujer que tiene tendencia a ser delgada, y eso le quita inevitablemente una parte de su potencial atractivo.

Personalmente, las modelos me parecen seres verdaderamente horribles. Jamás querría estar con una de esas chicas esqueléticas de pasarela, y me sorprende que se las prefiera para ese trabajo, de no ser porque el trabajo consiste precisamente en hacer de "percha", para lo cual sin duda resultan más adecuadas. Siempre será mejor la chica de firmes muslos y redondeadas caderas. Vamos, de todas todas. Qué pena que tanto prejuicio lleve a muchas mujeres a abandonar la redondez de su cuerpo o, si no son capaces de conseguirlo, a acomplejarse injustificadamente. En mi opinión, sólo deberían esforzarse por adelgazar aquellas en las que las curvas ya han roto la silueta propia de la mujer, para convertirse en extraños michelines o glúteos caídos; las demás, que se queden como están por favor. Los hombres os lo agradeceremos.

Imagen: http://www.myblog.es/portaldecotillas/art/2773504

domingo, 20 de abril de 2008

Cuerpo, cara y otros factores

A raíz de cierta foto publicada hace poco en un foro, me ha venido a la cabeza la eterna pregunta sobre qué es más importante para valorar la belleza de una mujer (supongo que para los hombres valdrá igual), si el cuerpo o la cara. Aparecía, en la foto mencionada, una chica alta, bastante bien proporcionada y además vestida en plan sexy, por lo que en principio debería resultar atractiva. Sin embargo, pese a su cabello rubio, largo y algo despeinado, propio de una auténtica mujer fatal, su rostro no acompañaba precisamente. Unas facciones algo duras y exageradas la afeaban y rompían la gracia del conjunto. Lo que podría haber sido una mujer espectacular se había quedado en una mujer impactante, pero que no acababa de resultar, de convencer.

Me vienen a la mente, ahora que toco el tema, bastantes chicas que no es que tengan precisamente unas formas bien proporcionadas, pero que sí que son guapas y tienen un rostro atractivo. Es la otra cara de la moneda. ¿Con cuál nos quedaríamos?

Yo siempre creo que puestos a escoger, es mejor que la chica sea guapa de cara. El cuerpo es algo que, según la edad, la alimentación, el ejercicio y otros muchos factores, puede ir cambiando. Se puede adelgazar o se puede engordar, se puede hacer gimansia para fortalecerlo, se puede broncear con el sol... pero cuando una chica es fea, es fea para siempre, se ponga como se ponga. Podrá quizás encontrar un peinado que la favorezca, o podrá maquillar algún defecto de la piel, pero si realmente es un cardo, no tendrá salvación de Dios. Me hace mucha gracia cuando la gente pregunta en qué se fija uno antes en una mujer y salen las típicas respuestas del culo o las tetas... Error. Es mucho más importante que sea mona de cara, el resto más o menos se puede arreglar, y salvo casos muy extremos, los hombres solemos contentarnos con lo que hay.

Hay otro factor que a menudo se olvida y es la influencia del carácter sobre la apariencia física. Conozco, por ejemplo, una chica no muy agraciada, aunque no del todo fea, que tiene el defecto de estar como ensimismada una buena parte del tiempo, lo cual aún la afea más. Sin embargo, cuando le da por sonreír, parece como que cambian sus facciones y de pronto se vuelve de lo más resultona. Es como si le cambiase la cara, parece casi otra persona, y si ella misma se diera cuenta, sin duda intentaría estar más alegre a lo largo del día. Y es que una bonita sonrisa o unos bellos ojos nos pueden hacer olvidar otros detalles; pero cuando vemos un rostro desagradable, ni las tetas más perfectas del mundo ni el culo más redondeado nos van a quitar la mala impresión.

Imagen: http://www.hachemuda.com/2006/07/27/retoque-fotografico-gimp-composicion-rasgos-importantes/

martes, 15 de abril de 2008

Y atrévete a criticarlo

Nunca me hubiera imaginado que el nombramiento de los ministros (y ministras, claro) me iba a llamar tanto la atención. Pensé que, como casi siempre, el presidente nombraría a quienes le parecieran más adecuados sin dar espectáculo. Pues no, Rodríguez parece empeñado en darnos de qué hablar. Para comenzar, un ministerio de igualdad. Ojito, de igualdad. Casi nada. ¿Vendrá luego también uno de fraternidad y otro de libertad? Porque vamos, a mí la fraternidad me parece algo tan importante como la igualdad; y la libertad ya ni te cuento. Yo me pregunto: ¿Es este ministerio una necesidad práctica o un simple truco mediático? ¿Es práctico crear algo así o más bien una traba a las competencias de otros ministerios (interior, educación,...) en nuestra ya de por sí liada administración, tan enferma de conflictos de competencias entre gobierno central, comunidades, ayuntamientos...? Si ya el ministerio de la vivienda parecía un simple capricho mediático, que además se ha mostrado inútil durante estos cuatro años, ¿qué podemos pensar de un ministerio de "igualdad"?

El siguiente es el tan comentado ministerio de defensa. Pero no porque Chacón sea una mujer (que como tal, evidentemente no ha hecho la "mili" y por tanto no conoce directamente el ejército, pero no pasa nada, creo que Narcís Serra tampoco la hizo), ni porque esté embarazada (son cosas que pasan a veces si eres mujer), sino porque, sinceramente, ¿cree alguien que la aspiración personal de esta mujer es precisamente ser ministra de defensa? ¿Es un cargo al que una pacifista convencida (como ella misma se ha declarado) tuviera verdaderas ganas de optar? ¿O más bien es que el presidente quería poner a una mujer en el cargo para que todos viesen lo guay y lo progre que es él, y le ha tocado a Chacón (que por otro lado no se mostró muy competente en su anterior ministerio)? Pues no sé, cada cual tendrá su opinión, pero me da a mí que es más bien lo segundo.

Y ya por último, mi amada, admirada y siempre idolatrada Magdalena Álvarez, ministra chulesca y prepotente que, por alguna mágica razón, sigue ahí, "antes partía que doblá", aguantando viento y marea, a pesar del escándalo de su ministerio el año pasado. ¿A quién le importan las quejas de los ciudadanos o las críticas de los demás partidos? Sólo importan las preferencias internas del partido. El resto es cuestión de aguantar el chaparrón, y ya se cansará la gente de hablar.

Todas estas cosas hacen que uno sienta tristeza de su propio gobierno y sienta ganas de alzar la voz, pero atrévete a criticarlo: la turba de feminazis, apoyada por la gente políticamente correcta caerá sobre ti para destruirte y ponerte la etiqueta de machista retrógrado que no soporta que unas mujeres ocupen estos cargos. Pues no, me parece genial que unas mujeres ocupen ministerios, pero no me parecen geniales estos nombramientos. Y sí, me atrevo a criticarlo, porque me parecen decisiones populistas y desacertadas, no por otra razón.

Imagen: http://closministre.blogspot.com/2007/10/renfe-i-el-pensament-mgic.html

martes, 8 de abril de 2008

El deporte, esa pobre puta

Está claro que todo depende del color del cristal con que se mira, y el deporte no iba a ser una excepción. No es la misma la visión del deportista que la del aficionado, la del periodista, la del político, la del directivo de un equipo o la de un patrocinador. Está claro que la visión mercantilista, propagandística e incluso política se puede mezclar con la puramente lúdica o la que busca ejercitar el cuerpo, o la que incluso encuentra enriquecedora la práctica del deporte a nivel social, igual que lo es jugar a las cartas con unos amigos en un bar. Todas estas perspectivas tienen su razón de ser, y no vamos a cambiarlas.

Ahora bien, resulta por lo menos indignante que a tan pocas semanas de unos juegos olímpicos se nos machaque día sí y día también con que si hay una manifestación política al paso de la antorcha, o con que si tal o cual personaje, habitualmente ausente de cualquier acto deportivo, va estar presente o no en la ceremonia inaugural; y eso mientras por otro lado no sabemos nada o casi nada de qué novedades habrá en las competiciones, qué equipos son favoritos de cada una, cómo se están preparando, etc. Es comprensible la mercantilización e incluso la politización del deporte, al ser un fenómeno de masas, pero se está llegando a un punto en el que parece que las olimpiadas sean una especie de acto conmemorativo al que acceden unos personajes muy importantes para inaugurar unas instalaciones o algo así.

Yo intento ponerme en la piel de, por poner un caso, un tirador de arco, aunque serviría cualquier otro. Durante estos meses supongo que estaría entrenando día sí y día también, poniéndome a punto para una cita emocionante y en la que me mediré con los mejores del mundo. ¡Cuántas horas de práctica para haber llegado hasta ahí! Clasificaciones previas, sacrificios, dinero gastado en el mejor equipo posible, probando arcos y flechas para ver cuál se adapta mejor a mis cualidades, etc. Se aproxima la gran cita y, cansado después del entreno, llego a casa y enciendo el televisor. Por la pantalla, aparecen unos manifestantes con unas banderas de colores que intentan apagar la llama olímpica, mientras unos "seguratas" chinos vestidos de azul la escoltan y reparten hostias sin contemplaciones a quien intenta acercarse. Curioso ritual previo a un encuentro internacional que hermana a todos los pueblos durante unos días en una competición sana, alejada de las guerras y las disputas políticas. Leo entonces el diario y compruebo que en algunos artículos se pide el boicot y se llama cobardes a quienes no se sumen a él. Alzo y la vista y pienso si esto va conmigo, si tengo algo que ver. Yo sólo soy un deportista, no estoy con ningún bando, no me meto en política, sólo quiero competir, y ahora me vienen unos mequetrefes que no se han puesto un chandal desde que salieron del colegio a decirme si debo o no debo ir a la competición más grande de todas, la única en la que un deporte tan minoritario como el mío puede captar algo de atención por unos días.

Sinceramente, me parece un disparate, y una obscenidad. Da la impresión de que el deporte es como una puta a la que podemos usar como queramos, pero nunca tratarla como se merece. Los empresarios la usan para ganar dinero y los políticos para hacer propaganda; bien, eso es comprensible hasta cierto punto, pero que no nos metan en sus guerras. Porque lo bonito del deporte es precisamente eso, que sea una competición, pero una competicion sana, apartada de la frecuentemente mequina lucha de intereses de nuestra sociedad, obsesionada por el dinero y el poder; lo bonito del deporte es que los deportistas se encuentran cara a cara en igualdad de condiciones, y sólo buscan que gane el mejor. Cuando acaban se saludan y se premia al vencedor, pero no se humilla a nadie. Es una lucha entre caballeros. No permitamos que se contamine con la bajeza de otros aspectos de la vida. No la prostituyamos, porque perderá todo su encanto, igual que la mujer que no lo hace por amor.

Estoy en contra del boicot a Pekín 2008, pero no porque el gobierno chino me caiga bien, sino porque es un tema puramente político, para el que se está intentando prostituir al deporte, y no sólo eso sino que casi que se intenta chantajear a los deportistas. Y esto me parece hipócrita por varias razones.

La primera es que se da importancia a unas cosas y a otras no. Algunos han criticado con mucha razón estos días, que con el Sahara Occidental no ocurra lo mismo. Si mañana se organizase la olimpiada en Casablanca, no sé yo si toda esta fuerza que se pone para apoyar al pueblo tibetano se pondría para apoyar al saharaui. Por lo visto uno es más mediático que el otro, no sé si porque Richard Gere le ha dado publicidad durante tantos años o por otra razón. Y es que seamos sinceros: si se tuviera que boicotear una competición deportiva en un país porque su gobierno hiciera algo que no nos gustase, ¿dónde se podría celebrar una olimpida o un mudial? ¿En EEUU, que practican la tortura y las detenciones ilegales, que mantienen la pena de muerte y que invaden países por su cuenta? ¿En Japón, punto de mira de ecologistas por sus abusos en política pesquera, especialmente sobre especies protegidas de ballenas? Al final tendríamos que ir a Liechtenstein a hacerlas, y ni eso, prque al ser un paraíso fiscal donde delincuentes internacionales blanquean su dinero, tampoco faltarían protestas.

La segunda es que tratándose de un tema político, no se ha tomado ni una sola medida realmente política sobre él. Si tan mal cae el gobierno chino, ¿por qué no se le amenaza con sanciones de algún tipo? ¿Por qué no se retiran embajadores, se prohíben exportaciones, se investigan y se difunden violaciones de los derechos, por qué no se apoya a los tibetanos exiliados, etc.? ¿Tiene que ser precisamente el deporte quien pague los platos rotos? A Dios rogando, y con el mazo dando, reza el viejo refrán; y eso mismo digo yo: está muy bien que los
políticos manifiesten su oposición a la ocupación del Tíbet, pero tienen mil medios mejores de hacerlo que intentar crear mal ambiente en una cita de concordia mundial como las olimpiadas. O sea que, majos, ya podéis empezar; haced vuestro trabajo y dejad que los deportistas participen de esta gran cita, y así todos (tibetanos y chinos incluídos) estaremos más contentos. El deporte no es vuestra puta.

Imagen: http://www.taekwondo10.com/index.php?tag=curiosidades&paged=2

sábado, 5 de abril de 2008

TVE descubre Myspace

Hace un par de días, mientras cenaba, tuve ocasión de deleitarme una vez más, como cada noche, con el Telediario de TVE. Esto de vivir con los padres es lo que tiene: por un lado ganas cosas, pero por otro te tienes que tragar esta basura a la hora de cenar. En esta ocasión, Lorenzo Milá nos deleito con una noticia que nos abrió los ojos y nos hizo descubrir un mundo nuevo. Resulta que en la Internet (ya sabéis, el sitio ese para pederastas y piratas informáticos malvados que descargan canciones de la SGAE) hay una cosa que se llama Myspace y que está chachi; vamos seguro que lo está, porque mencionaban que todos los candidatos a la presidencia de EEUU tenían su perfil en ella, o sea que descarao que mola. Fíjate tú, y nosotros sin enterarnos de que existen estas cosas. Menos mal que esta televisión nuestra tan moderna nos informa, si no no sé qué sería de nosotros.

En el "reportaje" por llamar de algún modo al fragmento de dos minutos en el que se limitaban a decir que había mucha, mucha, pero que mucha gente con perfil y que las grandes discográficas habían llegado a un acuerdo para distribuir sus primicias por esta red, no comentaban para nada de qué iba, qué características tenía, no entrevistaban a ningún usuario... pero lo más cachondo es que lo presentaban como si fuera la última ola, en un momento en el que precisamente Myspace está comenzando a quedarse desfasado ante otras alternativas. Y es que ¿cuánto hace que muchos de nosotros conocemos Myspace? ¿Tres años? ¿Dos años? ¿Un año por lo menos? Y eso que cuando en España comienzan a ponerse de moda estas cosas es porque ya están más que implantadas a nivel internacional.

TVE y los medios tradicionales en general son penosos, pero cuando hablan de Internet son más que penosos.

Imagen: http://herululo.blogspot.com/2008_02_01_archive.html

viernes, 4 de abril de 2008

MEME(Z)

Bueno, no sé si lo sabéis pero odio los correos en cadena y su equivalente en la blogosfera: los MEMEs. Sin embargo, ya que Sonia no lo sabía y me ha nominado para seguirlo, pues aceptaremos pulpo por esta vez y responderemos, aunque no seguiré la cadena (entre otras cosas porque tampoco sé de gente que lea este blog con frecuencia y que a su vez tengan uno en el que publicarlo, o bien estas personas ya lo han hecho).

El día que mas odio: Los lunes, está claro.

Libros y cine: Los libros que más me gustan son los de los clásicos grecolatinos, aunque mi obra preferida es Werther, de Goethe. También hay otros autores, pero ya hablaré de ellos más adelante en este mismo blog. En general, no me gusta la literatura actual.

Al cine no soy muy aficionado. Normalmente me gustan las comedias, que por lo menos me hacen pasar un buen rato. Mis películas preferidas son "La vida de Brian" (en general todas las de Monty Pyton) y "The Rocky Horror Picture Show".

¿Cuánto tiempo llevas como blogger?: Como blogger estrictamente hablando, un par de años, aunque antes había hecho alguna web. De todos modos, el primer año como blogger no fue muy activo, entre otras cosas porque los servidores iban fatal. Ahora llevo un año con Blogger y estoy muy contento (esto parece un anuncio XD).

¿Cómo te diste cuenta de la existencia de los blogs?: No sé, no me acuerdo. Tampoco me pareció algo muy distinto a una web normal, no le di importancia a "descubrirlos".

¿Qué es lo que más te gusta de tu blog?: Que es variado y puedo contar en él cosas que en otros entornos quizás quedarían algo pedantes. En un bar tomando una cerveza no te vas a poner a explicar las hazañas de Blas de Lezo, por ejemplo.

¿Eres lector anónimo de algún blog?: No siempre dejo comentarios, está claro, pero si no los dejo es simplemente porque no tengo nada que opinar sobre el artículo concreto, no porque me considere "lector anónimo". Siempre que leo un artículo y tengo algo que decir, lo digo sin problemas, y por supuesto identificándome.

¿Algún blog que te despierte especial simpatía?: Depende mucho de la época. Al principio era Fogonazos. Luego también me llamó mucho la atención el de Beelzebyte (antes "Asesino en serie"), y por supuesto los de la gente que me comenta aquí a menudo, Sonia y Thimbler.

¿Con qué 5 bloggers te irías de fiesta?: Con Beelzebyte no, que igual nos mete en problemas XDD, pero con los demás, pues todos.

Recomienda una herramienta de Internet: Pues por ejemplo, Google Analytics está muy bien para ver cómo evoluciona tu blog. Sobre todo me provoca siempre curiosidad el mapa, donde ves los lugares desde los que te han visitado. ¡Hace poco tuve dos visitantes de China! Para que luego digan que desde allá es imposible acceder.

Recomienda un video de especial interés: El mejor video jamás subido a Youtube

Elige algunos bloggers para que contesten estas preguntas en sus blogs: Mejor lo dejamos aquí ya XD

miércoles, 2 de abril de 2008

Ceder el paso

Se ha dicho muchas veces que el primer paso para mejorar algo que está mal, es darse cuenta de que está mal, porque si creemos que está bien, no intentaremos cambiar nada.

Entre las personas a las que considero amigas mías, hay una de la que me siento especialmente orgulloso, porque es capaz de aplicar a su vida esta regla tan importante. No la aprecio sólo porque tiene un carácter vivo y una sensatez mayor que la de la mayoría de gente de su edad, sino porque practica la importante virtud de mejorarse a sí misma día a día, cosa que todos dicen hacer, pero que pocos persiguen de verdad. Y es que pese a ser una chica tan temperamental, se da cuenta de que debe controlarse más, y que su genio a veces puede jugarle malas pasadas. Consciente de ello, ha aprendido a pensárselo dos veces antes de soltar barbaridades, con lo que ha conseguido ganar en mesura sin perder ese ímpetu y esa frescura tan caracerísticas en ella. Ha cambiado mucho (para bien) en los tres años que hace que la conozco, y eso dice mucho a su favor.

Hoy me ha venido a la cabeza esta amiga al pensar en otras que no siguen la regla y que, aunque también merecen toda la consideración del mundo y tienen no pocas buenas cualidades, se aferran con tal tozudez a su propio carácter, que corren el riesgo de dar la espalda a cualquier mejora, estancándose en sus propios errores sólo por orgullo, error que, al cabo de bastantes años, acaba siendo fatal. Este contraste me ha inspirado las reflexiones de este artículo que escribo ahora.

Uno tiene siempre derecho a defender su propio carácter y sus propias opiniones. Yo soy el primero que, si creo que algo lo estoy haciendo bien, ya puede venir San Pedro bendito a decirme lo contrario que lo voy a seguir haciendo. Igualmente, mis opiniones las mantengo mientras nadie me demuestre, con argumentos de peso, que son falsas. Ahora bien, cuando ese alguien llega, también soy el primero en dar marcha atrás, entre otras cosas porque he aprendido que empeñarse en mantenerse en el error, sólo da problemas. No pasa nada malo por rectificar, y sí, en cambio, por seguir equivocado. Del mismo modo, aquellos detalles del carácter que sé que debo cambiar, intento cambiarlos poco a poco (son cambios que requieren mucha paciencia, años incluso), porque mis defectos, sinceramente, prefiero sacármelos de encima por mucho que sean míos y les pueda tener un cierto apego.

Este es el camino que creo que uno debe seguir, y me apena ver personas (y conozco varias) que, por el contrario, sucumben a su propio orgullo. Esta tendencia es un vicio peligroso, porque nos impide eliminar otros. El orgullo es una cualidad recomendable, pero también un arma de doble filo: Si careces de él, no tendrás el carácter ni la fuerza necesarias para abrirte paso en la vida, pero si no lo aparcas cuando toca, alguien se abrirá paso a través de ti. Los orgullos de las personas chochan inevitablemente entre sí, y para vivir en sociedad tenemos que aprender, entre otras muchas cosas, a "ceder el paso". No hacerlo supondría lo mismo que conducir un coche sin respetar los cedas al paso y creyendo que siempre tenemos preferencia en los cruces. No la tenemos. A veces nos toca pasar a nosotros, pero a veces no; quien no se decide a pasar no avanzará nunca, pero quien no cede el paso nunca, acabará estrellándose. Hay que saber distinguir qué toca hacer en cada caso, igual que cuando aprendemos a conducir.

Por eso yo, a quien tiene conflictos con otras personas y se ve envuelto en múltiples discusiones, le preguntaría: "¿A cuántas de ellas les has cedido el paso y en cuántas ocasiones?". Si las discusiones son muchas y la respuesta a la pregunta es "ninguna", algo falla, casi con total seguridad. Quizás en momentos en los que debimos restarle importancia a un tema que nos molestaba, no lo hicimos y nos empeñamos en plantarle cara a alguien; quizás en discusiones que se veía que no conducían a ningún lado nos empeñamos en intentar obligar al otro a darnos la razón, y obligar a nuestros orgullos a enfrentarse para nada, sembrando la enemistad sin conseguir nada a cambio; quizás cuando nos llamaron la atención sobre un defecto nuestro, en lugar de intentar reflexionar sobre él y aceptar que podían tener razón (cosa difícil, sin duda, pero que hay que intentar), nos refugiamos en nuestro propio orgullo y rechazamos cualquier autocrítica. Quizás hicimos entonces como el Rey Lear, que se dejó llevar por los aduladores sin hacer caso a quienes le decías las cosas claras, tachándolos de difamadores y malas personas, y así acabó.

Además, ser siempre orgulloso y querer hacer las cosas a nuestra manera, provoca en los demás la impresión de que les menospreciamos y no tenemos en consideración sus opiniones ni los problemas que quizás hayamos podido causarles, con lo cual perdemos amigos y ganamos enemigos (dos cosas muy poco recomendables). En cambio, quien es capaz de abrirse a las objeciones de los demás, demuestra consideración, sociabilidad y confianza, con lo que las amistades se refuerzan y las enemistades se atenúan. Si tenían razón en sus críticas, nos mejoraremos a nosotros mismos y ofreceremos al mismo tiempo una imagen de grandeza; e incluso aunque al final estuvieran equivocados, siempre se apreciará nuestro carácter abierto, comprensivo y humilde, por haber sabido escuchar y reflexionar.

No sé si todos seremos capaces de seguir estos preceptos, pero yo desde luego lo intento siempre y espero no fallar en este empeño, porque sé que como no haga las cosas así, lo pagaré, igual que lo acabará pagando cualquier otro que tampoco los siga.

Imagen: http://aziroet.com/rosamdediego/2007/06/09/meme/