Entre mis muchas rarezas, ahora que llega el mes de Agosto, sale a relucir una más: las vacaciones. Siempre he sido contrario a pedirlas en ese mes. Me resulta muy relajante trabajar precisamente en esa época: los clientes no llaman, el jefe no está, vas a tu bola, y no pasas calor porque en la oficina hay aire acondicionado. Incluso en Julio prefiero reducirlas al máximo. Normalmente prefiero pedirme días sueltos, preferiblemente miércoles, que "rompen" la semana. De este modo no trabajo tan seguido y así no me agobio. Estar muchas semanas sin un puñetero día de vacaciones se me hace muy agobiante. Por eso jamás pido puentes y reservo esos días para pedirlos aparte.
Pedir días sueltos tiene otra ventaja: a menudo no puedo hacer nada porque el horario laboral obliga a dejar para los sábados por la mañana las compras, y también impide cualquier tipo de trámites que tengas que hacer. Si tienes un día libre que sea laborable y situado en un mes que no sea Agosto, puedes ir a cualquier parte y lo encuentras todo abierto, no como en Agosto, cuando muchas tiendas y todo tipo de servicios están cerrados o trabajan pocas horas. Incluso en cuanto a clima, es más relajante el mes de Mayo o el de Septiembre que los agobiantes meses de verano, con ese calor insoportable. ¡Si precisamente dan ganas de meterse en la oficina a refugiarse en el aire acondicionado e ir adelantando trabajo!
Por último, hay otra razón de peso: nunca se sabe en qué mes puede caer un concierto o festival para el que necesites pedirte un día, y hay que reservar algunas vacaciones para esos casos.
Imagen: http://www.espacioblog.com/myfiles/alfredokraus/sombrilla.gif
Pedir días sueltos tiene otra ventaja: a menudo no puedo hacer nada porque el horario laboral obliga a dejar para los sábados por la mañana las compras, y también impide cualquier tipo de trámites que tengas que hacer. Si tienes un día libre que sea laborable y situado en un mes que no sea Agosto, puedes ir a cualquier parte y lo encuentras todo abierto, no como en Agosto, cuando muchas tiendas y todo tipo de servicios están cerrados o trabajan pocas horas. Incluso en cuanto a clima, es más relajante el mes de Mayo o el de Septiembre que los agobiantes meses de verano, con ese calor insoportable. ¡Si precisamente dan ganas de meterse en la oficina a refugiarse en el aire acondicionado e ir adelantando trabajo!
Por último, hay otra razón de peso: nunca se sabe en qué mes puede caer un concierto o festival para el que necesites pedirte un día, y hay que reservar algunas vacaciones para esos casos.
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