martes, 4 de agosto de 2009

Nuevos molinos para un viejo Quijote

Hoy no tengo nada interesantísimo que contar, así que me limitaré a comentar un texto que me ha parecido llamativo.

Anda cabreado Pérez-Reverte (del que ya he hablado en alguna ocasión) porque van a montar un parque eólico en la población de Uclés. Se queja en primer lugar de que en esta población se libraron dos batallas importantes de la historia de España, y clama que no sabemos conservar los lugares de trascendencia histórica, como se ha hecho en otros sitios como Waterloo. En esto tiene parte de razón; a los españoles nos importa un carajo que en tal sitio haya un pedazo de nuestra historia, a menos que gracias a él podamos sacarles algo de pasta a los guiris, en cuyo caso brotará espontáneamente en nosotros el amor por la cultura y el patrimonio del suelo patrio.

Ahora bien, dos cosas. La primera es que Waterloo se modificó para crear una colina artificial sobre la que se puso un monumento con un león, para recordar el sitio en el que cayó herido el príncipe de Orange, y se dice que el propio Wellington, cuando volvió allá dos años después, exclamó ¡Han alterado mi campo de batalla! O sea que en todas partes cuecen habas.

La segunda es que, por mucho que Pérez-Reverte se empeñe, ninguna de las dos batallas de Uclés se ha considerado nunca trascendente para la historia de España, ni especialmente gloriosa (la primera fue una derrota castellana frente a los moros, por muy españoles que fueran los moros, y la segunda una victoria francesa). En nuestro país hay montones de lugares que han sido escenarios de batallas, porque con la cantidad de historia que tenemos, de eso no nos falta; igual que de iglesias, que hay para parar un carro, de campos de batalla andamos sobrados. Si ya no se cuidan los escenarios de Bailén, las Navas de Tolosa, Almansa y mil más, ¿vamos a pedir que conserven el escenario de Uclés? Tampoco en el extranjero se toman tanta molestia de conservar los campos de batalla de cada pequeña contienda, sino sólo aquellos en los que han ocurrido los enfrentamientos más trascendentes. Como es lógico.

Pero hasta aquí una simple crítica de nostálgico enamorado de las grandes batallas. Luego Pérez-Reverte esgrime una segunda queja, y es que justamente en Uclés se filmó la escena de la batalla de Rocroi que se ve en la película Alatriste, basada en los libros que él mismo ha escrito.

Hombre, entiendo que aquí llegamos al terreno personal. Ahora bien, por mucho cariño que Don Arturo le tenga a la película (lo cual es comprensible), pienso que en la escena de la batalla el escenario pinta más bien poco. Precisamente el principal defecto de esa escena es que los planos se acercan demasiado a las tropas, para disimular la escasez de extras que permitan al espectador contemplar un ejército entero, como pasaba en las viejas producciones norteamericanas. Para nada vemos aquí batallas como las de Espartaco, sino más bien un grupo de actores (unas pocas decenas) intentando hacernos creer, sin conseguirlo, que son un tercio en formación de combate. No vemos los cuadros de los tercios separarse en "ajedrez", como solían hacer para cubrirse unos a otros, ni tenemos perspectiva para ver cómo la caballería y la infantería francesas se apoyan una a la otra, ni vemos como ahora tal colina es ocupada por el ejército mientras otra unidad avanza para hacerle frente... No, todo sucede secuencialmente y con planos muy cerrados, convirtiendo lo que podría haber sido la primera gran batalla de nuestro cine en un penoso intento de película de serie B. La falta de medios es evidente, y en algunos momentos llegamos a preguntarnos si no hubiera sido mejor prescindir de una escena para la que el presupuesto no alcanzaba si se quería realizar dignamente.

El "campo de batalla", en realidad, no llega a verse muy bien. Se podría haber filmado en cualquier otra parte, y hubiera dado lo mismo; y para colmo el terreno se nos presenta polvoriento, desértico, muy español, muy meridional; para nada parece una batalla librada en el Norte de Europa. En fin, un desastre; y eso que se supone que es la película española con mayor presupuesto de la historia. No podemos quitarle el mérito de ser un paso adelante (por fin hemos visto un tercio en una película nacional; hay vida más alla de la Guerra Civil, aleluya), pero todavía queda mucho por recorrer.

Para rematarlo, Mortensen no parece ni español, con ese extraño acento; y ese hilo de voz cascada, unido a su figura delgada y cabizbaja, le dan un aire de Don Quijote. Por eso quizás no acaba de ser desacertado del todo que alguien le ponga también por allá unos molinos, para que así Don Arturo, o quien quiera, sueñe con grandes batallas contra gigantes allá donde sólo hay una polvorienta llanura de la Mancha, de cuyo nombre ya nadie quiere acordarse.

Imagen: http://www.minicabrio.mobi/kml/imgs/quijote.jpg

domingo, 2 de agosto de 2009

La más grande reflexión sobre la televisión española jamás hecha

Creo que no la he incluído nunca en este blog. Es una de las mejores reflexiones sobre la televisión que he leído en mi vida. Se trata de un texto ya algo antiguo, pero demasiado bueno como para no dedicarle una entrada. Todo lo absurdo y patético de la televisión de los últimos años resumido en unos párrafos. Aunque es algo largo, creo que vale la pena reproducirlo aquí (por si algún día no estuviera disponible la fuente original):

En mi opinión, lo mejor de la televisión se emite por las mañanas. Estamos en un momento histórico de la televisión, en cuanto a calidad de contenidos, con esa Ana Rosa Quintana instruyendo a las masas y generando opinión desde su reunioncita de tuppers entre amas de casa, maricas y subnormales que organiza cada mañana. Sería más bonito que estuviesen todas tricotando mientras hablan de lo terrible que son los maridos que pegan a las mujeres, buscan a Marta del Castillo o les ponen los puntos sobre las íes a los violentos de Vascongadas, pero aún así está entretenido. Mola mucho, es como Cortylandia, cada cinco minutos se ponen en pie y bailan politonos. Si prestas un poco de atención, es fascinante, es un baremo y una muestra exacta a pequeña escala de cómo funciona el mundo, todos idiotizados por lo políticamente correcto, diciendo lo que quieren oír las gentes de bien. Es el programa redondo. Es trepidante, un show a ritmo frenético, entretenidísimo, supercachondo... Es correcto, pacato, de denuncia social, solidario, ecológico, democrático... Tiene su momento "La gente de Bart", con un reportaje diario de alto calado sentimental y social, tienen unos debates que ya hubiesen querido para sí en Café Gijón en el 27 (Belén Esteban y el Conde Leqccio nos explican cómo acabar con los malos tratos en el mundo, después narran la boda de Chaíto Mohedano con un mono, al minuto siguiente se pronuncian sobre la cadena perpetua y toda España rompe en aplausos, de pie...), tiene una sección estrella de videos de peleas de adolescentes en Youtube, asesinatos a negros en USA o palizas grabadas por teléfono móvil (para denunciarlas, claro está), tiene las mejores actuaciones en directo de politonos, entrevistas en profundidad de esas que hielan la sangre ("Cara a cara con...", como le gusta decir a Ana Rosa, que por cierto cada día está más joven y más guapa)... En fin, el programa es una montaña rusa: ríes lloras, aplaudes, pataleas, bailas...

En serio, y esto lo digo totalmente de verdad, este programa es el que de verdad mueve el país, el que genera opinión, el que nos dice cómo debemos pensar y actuar. Lo que muge Belén Esteban mientras se rasca el coño tiene muchísimo más calado en el estrato social español que lo que puedan decir 100 políticos y 1.000 editorialistas juntos.

Un poco antes de éste está el programa de Maria Teresa Campos, otrora rival a muerte y ahora gran amiga de Telecinco y casi hermana de Ana Rosa, hasta el punto de hacerle de telonera. El programa de la Campos es exclusivamente de serio y profundo análisis político. Lo he visto pocas veces porque es muy pronto, pero es más o menos como coger el coche, irse a Villatortas del Pazguato (population: 17) y sentarse ver y escuchar la partida de dominó de los parroquianos del Casa Obdulio. Las opiniones sobre ZP, Emilio Botín, la ETA, el asesino de Marta del Castillo o Mariluz, los traspiés de Pepe Blanco, las gafas de Rajoy, el ministro ése que se fue de caza... Son idénticas que las que se podrían escuchar en la partida de dominó. Pero en el mismo tono, orden y concierto. En lugar de mover fichas de dominó, se miran con rostro compungido mientras mordisquean la patilla de las gafas, pero lo que dicen es lo mismito.

A continuación lo que tienes que ver es la tertulia de TeleMadrid, liderada por Curry Valenzuela, una especie de señora o señor que se parece a Morbo el de Futurama, en la que interviene uno que se parece a Quato, la pobre freak ("¡one of us, one of us!") que se parece a Jabba el Hut, un abogado que no sabe qué hace ahí y que a veces dice cosas normales y dos con el pelo blanco (no me acuerdo ahora de cómo se llama nadie). En tono desenfadado, hacen chistes y chirigotas sobre el PSOE y alguna que otra toba sobre Gallardón, y emiten estupendos videos de propaganda filonazi. Esta cadena es el sueño de Goebbels hecho realidad. Pero esta tertulia y el No-Do de las nueve de la noche son especialmente sugerentes. Es televisión directa al cerebelo, control de masas, ríete del Proyecto Manhattan. Telemadrid, espejo de lo que somos.

Algunos días, si te cansas de semejantes dosis de Verdad y Conocimiento, te puedes pasar a laSexta, que durante toda la mañana emite algunos de los documentales más amarillos del Discovery, todo seguido, unas tres horas. Los de criminología: "Crímenes imperfectos" o "Crímenes sin resolver", que son divertidísimos. Reconstruyen, mediante magníficas parodias, un par de imágenes de archivo y mucho re-enacting, terribles sucesos acaecidos hace 15 años, y cuentan cómo los cuerpos de seguridad norteamericanos los solucionaron. Nos enseñan que todos los policías americanos del norte son una mezcla perfecta entre Colombo, McGyver y Homer Simpson. Por ejemplo, un caso real, el programa que he visto esta mañana: en Tupolla, Wisconsin, en 1978 desapareció una joven llamada Gwendolyne McIncesto, que fue encontrada en el maletero de un Mustang arrojado al lago Wyccanaxappeemmeennee con la cabeza cortada y una uña de pie gordo al lado. Seis años después, se inventó en el condado vecino de Fuckenport una máquina que podía extraer el ADN a partir de la uña del pie, y traducirlo a la máquina de retratos-robot. El retrato-robot que aparece en la máquina se corresponde con la imagen de Kurt Peniswank, un leñador acusado de 79 violaciones a niñas y 992 intentos de asesinato con hacha. La policía entonces empieza a sospechar de Kurt, y 10 años después encuentran rastros de sangre en la cabaña de Kurt, aledaña a la comisaría de Punxatowney South. Entonces un especialista en salpicaduras de sangre provocadas por hacha, del Instituto De Salpicaduras De Sangre Provocadas Por Hacha del Departamento de Policía de Bitchvernomcityville, NC se desplaza al lugar de los hechos, y después de tomar fotografías y muestras (entre otras, un trozo de papel higiénico con tarzanetes del culo de la víctima, que se hallaban allí desde el verano de 1978, igual que las salpicaduras de sangre) se lleva la cabaña al Rehearshal Cabañas Center de Washington, WA, y allí, ayudado por unos estudiantes locales y de algunos muñecos, representan la escena de la cortadura de la cabeza, y comprueban si es posible que las manchas de sangre llegaran hasta el porche de los Touchmydick's, los vecinos de Kurt, o que impregnaran la pared de abajo a arriba en lugar de arriba a abajo. Las pruebas no son concluyentes, así que se ven obligados a sacar a Kurt de prisión y devolverle su hacha ensangrentada y su uzi. Pero 21 años más tarde, un policía retirado llamado Mike McShitshitt que estaba obsesionado con este caso, y que sospechaba de la niñera de Gwendolyne porque sus allegados aseguraban que una vez la vieron pegarla un bofetón con la mano abierta, se pone en contacto con el Rehearshal Cabañas Center y descubre en un armario polvoriento, entre miles de archivos secretos del Watergate y las huellas del rifle con el que mataron a Kennedy, una caja de zapatos donde guardaron el papel higiénico con tarzanetes de Gwendolyne. Rapidamente, McShitshitt envía el trozo de papel al Legan Fund Defense for Tarzanetes Rehearshal Commitee Bureau en La Vendimia, Kansas, y al cabo de unos meses devuelven a McShitshitt unos informes en los que incriminan irrefutablemente a Kurt ya que ese papel higiénico sólo se vende en un colmado de Murcia donde Kurt confesó durante el juicio que había pasado las navidades de 1977, así que buscan de nuevo a Kurt y le hacen confesar amistosamente, y le fríen en la silla eléctrica, para regocijo popular, el día de su 92 cumpleaños.

Después de los Simpsons hay que ver el parte de Antena 3, que es un no parar de reír. Tiene varios apartados: 1 noticia nacional y 1 noticia internacional; luego el caso Mariluz o Martadelcastillo durante 25 minutos, que han venido hasta a mi casa para que hiciese declaraciones porque ya no sabían a quién preguntar; luego 10 minutos de videos sangrientos y horribles de Youtube; 20 minutos del Real Madrid, y luego el tiempo, con el cachondo de Mario Brasero que parece un Lunni enfarlopado.

Luego me duermo la siesta, así que no sé qué más echan. Ah, sí, apunta también estos dos maravillosos programas nocturnos de Telecinco: La Caja (sí, así como suena) y El programa de tu vida. El primero lo presenta una voz en off, y va cada semana sobre un ama de casa diferente a la que encierran dentro de una caja grandota, y la van poniendo imágenes dolorosas. Siempre ponen una que tiene miedo a las arañas o a las polillas por ejemplo (podrías ir), le dilatan las pupilas con colirios y le sujetan los párpados con brazos metálicos articulados, y le obligan a ver durante horas imágenes de polillas y películas de Godzilla contra las polillas. Y el resto de participantes ya no son de fobias, sino gente con problemas reales: un tío que perdió a toda su familia en el popular accidente de avión de hace unos meses, una a la que violó por el ojal el Orfeón Donostiarra al completo, un asesino reincidente, un necrófilo, un caníbal, un terrorista suicida... Y mediante su mismo mecanismo, les ponen escenas y músicas y ruidos de su infancia. Todo muy hermoso, muy sentimental, muy Mondo Freudo.

De El programa de tu vida no sé ni qué decir. Es maravilloso. El Programa Definitivo. No se puede parodiar, no se puede exagerar, porque ya no hay nada más allá, en ese formato. La cosa va de que si, igualmente, has violado a alguien, maltratas a tu esposa, tiranizaste a un país bananero, etc., llamas al programa y te someten a 200 preguntas delante de un polígrafo (una palabra que sólo se usan en la tele, como "esférico" o "cayuco", ya te sonarán, ya...), de las cuales seleccionan 10 ó 12 y te las hacen en el plató, delante de tu madre, tu esposa y tu hijo favorito. Si vas diciendo la verdad, vas ganando pasta. Entonces te van preguntando: "¿Es verdad que te gusta disfrazarte de Teletubbie y que tu mujer te meta la minipimer por la uretra?", "¿Te lo montarías con tu hija la mayor?", "¿Te gusta que en la intimidad te llamen María de la Encarnación?", y vas diciendo sí, sí, sí, hasta que llega la pregunta mágica, la penúltima, cuando ya llevas acumulados dos gritones de euros y todo el mundo sabe que estás para que te encierren y todos tus conocidos te van a retirar el saludo de por vida: "¿Crees que tienes tendencias homosexuales?", y vas y dices "¡mentira!". Suena una bocina, primerísimo plano de tu cara, la de tu madre y tu hija desencajadas, la presentadora con cara diseñada por Lladró dice lo siento, hasta mañana, y se acaba el programa y no te llevas nada.

Estos son mis programas favoritos, pero hay algunos más. Los concursos semifraudulentos de madrugada son un género también de gran calado en mi casa. A la una de la mañana me hago palomitas, me siento en mi sillón del Capitán Kirk y me pongo a hacer zaping por la parrilla, como si tocase el piano, concurso y me lo paso pirata. Mi favorito es el de Antena 3, que lo presentan un bakala y una florero con las tetas un poco más grandes que el resto, y sobre todo porque tienen música makina ¡en directo! ¡Todas las noches concierto de mi banda favorita! ¡¡The Adivina Quién Gana Esta Noche Experience!!

El 99% de la programación es corazón, violencia gratuita, El Hombre del Saco y su Crisis, fútbol y poco más. Las cadenas están como locas, desesperadas porque se mate a otra niña mona o que ocurra una gran desgracia, viven de eso. Lo curioso es que hasta hace sólo un par de años había programas especializados. Ahora mismo (en Telecinco creo que es la que más se nota) no hay absolutamente ninguna diferencia entre lo que ves en el programa de la Campos, el de Ana Rosa, las noticias de la mañana, la sobremesa, la tarde y la noche, la mesa-camilla de la tarde, el directo con los reporteros más dicharacheros del atardecer o el show especial en prime-time disfrazado de informativo. En todos te están diciendo lo mismo a todas horas. Y a última hora de la noche, todos los canales tienen su Especial Super Extra Morbo de la noche (por lo menos, el más honesto de todos), la gala-debate sobre la niña asesinada de turno o la catástrofe sangrienta que toque, analizada en profundidad por criminólogos, abogados, políticos cantantes y ex-grandes hermanos.

Por cierto, sangre, niñas apaleadas y desgracias a todas horas, pero en la tele no vas a ver una teta ni dibujada. No sale una sola teta por la tele desde 1997. Bueno, en portadas de revistas y en los talk-shows de horario infantil sí, salen unas cuantas tetillas de ex-gran hermana todos los días, pero me refiero a algún producto de ficción de corte ligeramente erótico. Eso sí que no, hasta ahí podíamos llegar...

Porque esa es otra, Telecinco lleva un porrón de años sin tener ni periodistas, ni presentadores, ni profesionales de absolutamente nada de nada. Desde que empezó Gran Hermano 1, la mitad de la plantilla de Telecinco está compuesta de ex concursantes. Ya sean presentadores, becarios, tramoyistas o lo que sea, toda su cantera está ahí. Ellos crean los monstruos, les inventan un pasado de putas o puteros, les pasean durante su audiencia las 24 horas del día, luego les dan un programa, luego les mandan a hacer el ganso en la Isla de los Famosos, luego les otorgan una Diplomatura en Tertulianía y ya son profesionales todoterreno. Telecinco es todo un ecosistema. Allí sus monstruitos nacen, crecen, se desarrollas, nos dan vergüenza ajena, y morirán en directo para nosotros. Telecinco es "El show de Truman".

En cademas generalistas que ya no hay géneros. No echan cine, no hay humor, ni programas musicales, ni dibujos animados, ni absolutamente nada. La tele es SÓLO gente semianalfabeta y meta-famosos (son famosos por ser famosos, por salir en la cadena en la que VIVEN) sentada en sillones de colores en diferentes composiciones espaciales, hablando de trapos sucios de famosos, de gente recién asesinada o de gente totalmente desconocida.

Pero me llama muchísimmo la atención también que entre semejante carrusel de porquería durante 23 horas y media al día, y ver cómo las cadenas se han ido mimetizando unas a otras intentando arrancarse un 0,0000000000000000001 de share la una a la otra, hay una franja horaria que todas dedican a la Cultura Clásica, no sé si os habíais dado cuenta. De 6 a 6:15 o 6:30 de la mañana. Nunca comprenderé por qué, pero a esa hora casi todas las cadenas emiten... ¡¡MÚSICA CLÁSICA!! Todas las mañanas entre semana, lo juro por dios, a eso de las 6 ponen una pieza musical sinfónica, una pequeña orquesta de cámara ejecutando música barroca o algo así. No lo entiendo. No me cabe en la cabeza. Es la pieza que se me escapa dentro de este contubernio de control mental tan bien, precisamente, orquestado.

Absolutamente brutal. Lectura obligada.

Imagen: http://camerino.yodecido.com/group/seriestv