viernes, 24 de diciembre de 2010

Joeux Noël

Los aficionados a temas históricos y militares no podemos llegar a estas fechas sin acordarnos de la famosa tregua de Navidad, que se produjo en algunos puntos del frente occidental de la Primera Guerra Mundial, durante la Navidad de 1914.

Se ha hablado bastante del tema, y hay abundante información al respecto, pero nunca está de más recordarlo. En la Nochebuena de 1914, muchos soldados de uno y otro bando comenzaron a celebrar la fiesta con villancicos de su país, especialmente los alemanes con su conocido Stille Nacht (en España conocido como "Noche de Paz"). Al escucharse unos a otros surgió en seguida la sensación de que valía la pena disfrutar aquel momento en paz y concordia, y desde las trincheras se lanzaban felicitaciones o pedían tal o cual villancico. Al surgir la confianza, algunos se atrevieron a acercarse para ofrecer cigarrillos, bebida o algún otro pequeño detalle. Pronto el intercambio de regalos y las conversaciones hicieron que surgiera un clima de concordia, e incluso se llegó a realizar una misa conjunta, y se cuenta que incluso un partido de fútbol, que ganaron los alemanes.

Cuando los altos mandos de uno y otro bando se enteraron, montaron en cólera y dispersaron a las unidades implicadas, castigaron a los responsables y ordenaron que en sucesivas navidades se realizasen bombardeos sistemáticos para prevenir hechos similares.

Pese a la tozudez de los generales, este episodio es siempre recordado como un buen ejemplo de lo alejadas que están las guerras de los hombres de a pie, quienes, ajenos a los intereses y pasiones de los políticos, preferirían vivir en paz y armonía si se lo permitiesen.

Hay una película francesa que intenta reflejar este suceso. Se trata de Feliz Navidad (Joyeux Noël). Creo que es bastante buena y bastante fiel a los hechos, aunque tampoco se ajusta a ellos al 100%, y se toma algunas libertades como la historia de la pareja de cantante. Las interpretaciones tampoco son excepcionales, excepto la del cura escocés y algunos personajes secundarios. Pero lo importante es que transmite bastante bien el espíritu de la tregua, y el contraste entre el odio que los poderosos (gobierno, iglesia, alto mando militar) intentan inculcar a los ciudadanos de un país hacia los del otro, y la naturalidad y concordia en la que éstos viven cuando comprenden que hay más cosas que los unen que cosas que los separen.

Por cierto, que en la versión original, la película respeta totalmente el realismo de los idiomas. Los franceses hablan en francés, los alemanes en alemán, y los escoceses en inglés. Todos juntos hablan en inglés (lo cual parece lógico) y entre franceses y alemanes a veces hablan en francés. Quien domine las tres lenguas tendrá la oportunidad de disfrutar de la situación en todo su realismo.

Imagen: http://www.waltvoice.com/joyeux-noel/

viernes, 10 de diciembre de 2010

El verdadero objetivo de Wikileaks

Esta misma tarde he descubierto este fantástico texto (el cual no es más que una traducción de este otro), en el que se explica bastante bien el objetivo de Wikileaks, citando textos de Julian Assange. Vale la pena leerlo, aunque sea un poco largo, para comprender la filosofía nada superficial que hay tras las filtraciones de Wikileaks. Assange y los suyos demuestran ser muy listos en su lucha contra el poder establecido en el planeta; no son unos revolucionarios de salón con ganas de tocarles los cojones a los poderosos, sino gente que sabe muy bien cómo actuar. Supongo que precisamente por eso, se les está intentando quitar de en medio.

En los últimos días, se ha criticado a Wikileaks por la poca importancia de muchas de las filtraciones, a las que algunos han calificado de cotilleos. Incluso alguien como Richard Stallmann lo ha dicho. Pero esta es una visión superficial, puesto que, como explica el artículo, la gracia está en filtrar información por doquier, cuanta más mejor. No importa si la filtración por sí misma es crucial o no. Da igual, aunque sea un cotilleo, lo importante es que se filtre. ¿Por qué? Para provocar inseguridad en la red de información de la organización a la que se pretende bloquear.

Resumiéndolo (para quienes no tengan ganas de textos largos) la idea es la siguiente: Supongamos que existe una organización de "malvados" que quieren llevar a cabo acciones perjudiciales para el conjunto de la sociedad. Lógicamente, necesitan esconder sus intenciones, pues de lo contrario se enfrentarían a la resistencia popular. El secretismo es, por tanto, una propiedad casi imprescindible de estas organizaciones. Ahora bien, aunque necesiten esconder sus intenciones al público, necesitan comunicarse internamente para poder funcionar. Ambas necesidades están enfrentadas: a mayor comunicación interna, mejor funciona la organización, pero más riesgo hay que de algo se sepa; a mayor secretismo, menos riesgo hay, pero también más torpe es la organización interna, por culpa de una comunicación deficiente.

Lo que pretende Wikileaks es aprovechar esta propiedad para atacar la eficiencia de la organización. ¿Cómo? Pues haciendo crecer en ella la paranoia, a base de filtraciones, para que ésta se vea obligada a reducir su flujo de información y protegerlo al máximo. De este modo, cada uno de sus elementos se ve obligado a actuar casi por separado, a desconfiar de los demás, y por tanto, al final, la posibilidad de que todos ellos formen una conspiración contra el interés general, disminuye.

Esta es la razón de que se estén liberando "cables" totalmente insustanciales. Por eso se está dando tanta fuerza a la última operación de esta guerra: la Operación LeakSpin. Se trata de publicar la información por todos los medios posibles, para hacer crecer aún más la paranoia de los poderosos. Da igual el contenido, lo importante es que vean que si algo se filtra, a los pocos días lo sabrá todo el planeta y estará colgado en tantas páginas de Internet y replicado en tantos ficheros que no podrán hacer nada. También es esta una de las razones por las que los "cables" se van liberando poco a poco: no se trata de sacar a la luz algo muy importante, sino de ir creando el efecto de paranoia en "los malvados", y esto se logra mejor actuando de manera continua, que con una gran liberación de material. Por extraño que parezca, lo importante no es lo que se dice, sino el hecho mismo de decirlo.

Nótese, además, cómo esto cada vez adopta más la forma de una guerra: ya incluso se adopta la terminología militar de las operaciones (Operación Payback, Operación Leakspin...). Sigan atentos a sus pantallas y con la bolsa de palomitas al lado, que esto va para largo.

sábado, 4 de diciembre de 2010

La infoguerra ha comenzado

Decía Einstein que no sabía cómo sería la Tercera Guerra Mundial, pero que sí sabía cómo iba a ser la cuarta: con garrotes y piedras. Me da la impresión de que se equivocaba, porque, contrariamente a lo que él debió suponer, en la tercera no se va a luchar con armas nucleares. Ni siquiera con armas convencionales. Va a ser una guerra de información. Como muy bien ha apostillado John Perry Barlow,
'The first serious infowar is now engaged. The field of battle is WikiLeaks. You are the troops.'
Ciertamente es la primera vez en mi vida (y me falta poco para los 40) en que veo a los gobiernos de todas las naciones, y especialmente al de Estados Unidos, realmente nerviosos y preocupados. Pero preocupados ¿por qué? ¿Por el hambre en el mundo? No. ¿Por las guerras? Tampoco, al menos por las convencionales. ¿Por la pobreza, por el tráfico de drogas, por la explotación de niños, por un asteroide que amenace la Tierra? No, no es por nada de eso.

Es porque un grupo de personas (llamémosles periodistas, pues lo merecen mil veces más que los que llenan los medios convencionales con noticias insulsas, previsibles, amarillistas y muy frecuentemente manipuladas) han decidido publicar una serie de documentos clasificados. Especialmente un paquete de 250.000 documentos desde 1966 hasta hoy, del que ya han hecho una primera entrega de unos pocos centenares. Con esta pequeña cantidad de datos ya han conseguido forzar la dimisión de un embajador canadiense y un político alemán, han enrarecido la confianza entre varios países y amenazan con llegar mucho más lejos, publicando también documentos referentes a bancos americanos.

Por supuesto, desde los paranoicos EUA, han saltado las alarmas llamándolos terroristas e intentando silenciarlos, con métodos tan infantiles e inútiles como borrar su actual registro DNS o presionar a Amazon y Paypal para que no les den servicio. Movimientos desesperados que sólo muestran la impotencia del gobierno de Obama ante la terrible realidad: que la publicación de datos de Wikileaks es ya imparable, hagan lo que hagan, y que les va a salir, probablemente, bastante cara.

También se han multiplicado las muestras de apoyo desde todo el mundo (y yo aquí he puesto mi granito de arena), y básicamente empiezan a perfilarse los dos bandos de la guerra que está a punto de comenzar (porque está claro que el revuelo provocado por estos primeros 600 documentos sólo son una escaramuza de nada comparados con lo que va a venir). Por un lado los gobiernos de casi todo el mundo (aunque alguno como Ecuador se ha puesto ya de parte de Assange y los suyos), por otro los ciudadanos que queremos que la política sea transparente y que las relaciones internacionales dejen de ser un teatrillo en el que simplemente se interpreta un papel de cara a la galería, mientras la verdadera política se hace de espaldas al ciudadano y, por tanto, de una manera poco democrática.

El espectáculo sólo ha hecho que comenzar. Vayan preparando las palomitas.