domingo, 15 de diciembre de 2013

La zona oscura

Hace poco leí en un libro una historieta que me llamó la atención. Cuenta que iba una noche un tipo por la calle y se encuentra un amigo suyo dando vueltas alrededor de una farola, mirando al suelo. Intrigado, le pregunta:
- Ey, tío, ¿qué buscas en esta farola?
- Mis llaves, que las he perdido.
- Ah, y se te han caído por aquí.
- No, se me han caído en la habitación.
- Entonces, ¿por qué las buscas al lado de la farola?
- Porque es el único sitio en el que tengo luz.

La actitud del tipo que busca las llaves nos puede resultar ridícula, pero es bastante típica del ser humano, y la estamos viendo en estos tiempos de crisis. La gente sabe que tiene un problema, sabe que la sociedad en la que vive no funciona, que hay que cambiar cosas. Pero cuando busca una solución, no se atreve a investigar fuera de lo que ya conoce; intenta votar a los mismos partidos, hacer las mismas cosas, quejarse de lo mismo, intenta incluso recuperar esa sociedad de hace 10 años que fue la que causó la crisis que vive hoy. No quiere salir de su área de conocimiento y adentrarse en la zona oscura, en lo desconocido, en las soluciones que aún están por probar. Tiene miedo y quiere quedarse donde hay luz, pese a que intuye, e incluso sabe perfectamente, que la solución no está ahí. Pero es tal el miedo que tiene a lo desconocido, que prefiere seguir estancado en su problema antes que ir en busca de la solución.