viernes, 10 de diciembre de 2010

El verdadero objetivo de Wikileaks

Esta misma tarde he descubierto este fantástico texto (el cual no es más que una traducción de este otro), en el que se explica bastante bien el objetivo de Wikileaks, citando textos de Julian Assange. Vale la pena leerlo, aunque sea un poco largo, para comprender la filosofía nada superficial que hay tras las filtraciones de Wikileaks. Assange y los suyos demuestran ser muy listos en su lucha contra el poder establecido en el planeta; no son unos revolucionarios de salón con ganas de tocarles los cojones a los poderosos, sino gente que sabe muy bien cómo actuar. Supongo que precisamente por eso, se les está intentando quitar de en medio.

En los últimos días, se ha criticado a Wikileaks por la poca importancia de muchas de las filtraciones, a las que algunos han calificado de cotilleos. Incluso alguien como Richard Stallmann lo ha dicho. Pero esta es una visión superficial, puesto que, como explica el artículo, la gracia está en filtrar información por doquier, cuanta más mejor. No importa si la filtración por sí misma es crucial o no. Da igual, aunque sea un cotilleo, lo importante es que se filtre. ¿Por qué? Para provocar inseguridad en la red de información de la organización a la que se pretende bloquear.

Resumiéndolo (para quienes no tengan ganas de textos largos) la idea es la siguiente: Supongamos que existe una organización de "malvados" que quieren llevar a cabo acciones perjudiciales para el conjunto de la sociedad. Lógicamente, necesitan esconder sus intenciones, pues de lo contrario se enfrentarían a la resistencia popular. El secretismo es, por tanto, una propiedad casi imprescindible de estas organizaciones. Ahora bien, aunque necesiten esconder sus intenciones al público, necesitan comunicarse internamente para poder funcionar. Ambas necesidades están enfrentadas: a mayor comunicación interna, mejor funciona la organización, pero más riesgo hay que de algo se sepa; a mayor secretismo, menos riesgo hay, pero también más torpe es la organización interna, por culpa de una comunicación deficiente.

Lo que pretende Wikileaks es aprovechar esta propiedad para atacar la eficiencia de la organización. ¿Cómo? Pues haciendo crecer en ella la paranoia, a base de filtraciones, para que ésta se vea obligada a reducir su flujo de información y protegerlo al máximo. De este modo, cada uno de sus elementos se ve obligado a actuar casi por separado, a desconfiar de los demás, y por tanto, al final, la posibilidad de que todos ellos formen una conspiración contra el interés general, disminuye.

Esta es la razón de que se estén liberando "cables" totalmente insustanciales. Por eso se está dando tanta fuerza a la última operación de esta guerra: la Operación LeakSpin. Se trata de publicar la información por todos los medios posibles, para hacer crecer aún más la paranoia de los poderosos. Da igual el contenido, lo importante es que vean que si algo se filtra, a los pocos días lo sabrá todo el planeta y estará colgado en tantas páginas de Internet y replicado en tantos ficheros que no podrán hacer nada. También es esta una de las razones por las que los "cables" se van liberando poco a poco: no se trata de sacar a la luz algo muy importante, sino de ir creando el efecto de paranoia en "los malvados", y esto se logra mejor actuando de manera continua, que con una gran liberación de material. Por extraño que parezca, lo importante no es lo que se dice, sino el hecho mismo de decirlo.

Nótese, además, cómo esto cada vez adopta más la forma de una guerra: ya incluso se adopta la terminología militar de las operaciones (Operación Payback, Operación Leakspin...). Sigan atentos a sus pantallas y con la bolsa de palomitas al lado, que esto va para largo.

2 comentarios:

Daniel Marín dijo...

Interesante reflexión, monsieur. Está claro que esta gente no es tonta. de ahí el empeño por silenciarlos por parte de los gobiernos del mundo.

Un saludo.

Xerman dijo...

Veremos por cuanto tiempo se prolonga la exposición de esos cables (y si lograrán hacerse con material comprometedor nuevo)...

Por de pronto, estoy totalmente de acuerdo con esa estrategia, mientras no suponga un riesgo vital para gente que actúe de buena fe (a saber qué será eso en estos tiempos, pero.. ahí lo dejo).

Un saludo!