martes, 20 de marzo de 2007

Lluvia de ladrillos


Hace meses el clima era de resignación. Ahora noto nerviosismo. Unos se empeñan en gritar a los cuatro vientos que la burbuja inmobiliaria ya ha estallado (quizás por las ganas que tienen de que eso ocurra); otros protestan, desprecian sus argumentos y afirman, con una especie de autosuficiencia curiosa, que eso no está ocurriendo ni puede ocurrir nunca en este país (quizás porque temen que sea cierto y que les afecte). En cualquier caso, los próximos meses nos dirán quién tiene razón, pero van a llover ladrillos, eso seguro: sólo falta saber qué cabezas van a partir.

La situación de los pisos ha llevado a una parte del país a tener miedo de la otra: ese es el germen de las grandes crisis sociales. Hemos llegado a ese punto en el que, pase lo que pase, miles de personas saldrán gravemente perjudicadas. O bien muchos inversores pierden dinero, trabajadores del sector de la construcción se quedan sin trabajo y ciudadanos de a pie se quedan en la calle al no poder pagar la hipoteca, o bien seguimos en las mismas, con medio país sin poder irse de casa de los familiares ni mudarse a otra ciudad por trabajo, a menos que se resigne a pagar unos precios (ya sea de compra o alquiler) totalmente abusivos, y de los que sólo se benefician unos pocos.

Ante todo ello, nuestros queridos políticos, siguen calladitos y sin aportar soluciones de ninguna clase. Por lo visto están demasiado ocupados discutiendo los resultados de los juicios, o manifestándose semana tras semana por no se sabe bien qué. Me pregunto, como muchas personas estos días, cuántos de ellos irán a la manifestación de este sábado por una vivienda digna y sobre todo, lo más importante (puesto que en realidad a ellos no les tocaría ir), qué van a decir al respecto y si se van a mover por fin. Me parece que no.

3 comentarios:

Sonia dijo...

Buena reflexión!

Ya te digo yo la respuesta: aunque estalle la supuesta burbuja inmobiliaria seguiremos igual.

El españolito de a pie tendrá que hipotecarse a 50 años para pagar 50 m2 mientras que otros se compraran los pisos a pares.

Quizá si que afecte al empleo cuando ya no haya quien compre, pero estando las cosas tal y como estan ahora, si la gente sigue comprando y se sigue edificando...

Y a la vista está quienes van a las manifestaciones que revindican una vivienda digna (sin vender los higadillos), los 4 pringaos de turno que no van (vamos) a las repetitivas protestas de todos los sabados por los mismos temas (que ya hasta olvidamos cuales son).

Seguiría comentando, pero al final veo que esto será más largo que tu entrada en el blog y no es plan.

Me gusta que se traten estos temas!
Besotes!!

monsieur le six dijo...

Gracias, guapísima, me ha hecho ilusión tu comentaro :)

(cuando se habla de estas cosas te enrollas como una persiana, ¿eh? :P)

Sonia dijo...

Jo, otro dia te hago comentarios mas breves!! :P

Es que es un tema, como ya dije, muy interesante que de una forma u otra nos afecta a todos.

Por cierto...asi me gusta...actualizando el blog sin que tu "Palm" te lo recuerde!!

Besotes!!