sábado, 7 de junio de 2008

"Vaya, aquí no venden kikos" - "¡Vete a tu país, pelotudo ignorante!"

Ayer o anteayer descubrí un pequeño pero interesante blog en el que un español residente en Tucumán (Argentina) cuenta algunas curiosidades del país que le acoge (y más particularmente de aquella región). Me pareció interesante y por eso podéis verlo en mi lista actual de enlaces. Podría complementar lo que él explica con algunas de mis impresiones personales sobre los argentinos, porque tanto este país como sus habitantes me han parecido siempre muy curiosos, pero lo dejo para más adelante. Ya caerá, lo prometo. Hoy querría detenerme en otro detalle.

Si os fijáis en su última entrada a día de hoy, veréis que se ha generado una increíble polémica en la lista de comentarios. ¿Y por qué? -os preguntaréis- ¿Acaso se ha ofendido la dignidad nacional argentina? ¿Ha dicho que las Malvinas deben ser británicas? ¿Que los argentinos son terroristas o algo así? ¿Ha negado la divinidad de Maradona? No, simplemente, como cualquier persona que cambia de ambiente, ha echado en falta ciertos elementos habituales de su vida cotidiana en España y ha encontrado otros que aquí no había, y ha comentado ambos casos. Cosas como que en Argentina no usan fregonas, o que es muy difícil comer productos tan habituales aquí como la tortilla de patatas o los populares "kikos"; todo ello en tono de humor y de abierta y franca charla, jamás de ofensa o menosprecio hacia un país que (como se puede comprobar con sólo pasearse un poco por el blog) le encanta. Pues bien, por lo visto algunos argentinos se han sentido ofendidos por tan sencillos comentarios y se ha liado una buena. Curioso.

A mí esto me recuerda una simpática entrada que otro "blogero" creó hace tiempos sobre el famoso "¿Por qué no te callas?" del rey, y en la que explica su pique personal con un sudamericano en los comentarios de Youtube (vale la pena leer la narración del pique porque resulta muy ilustrativa). Allá dice Scaramouche con mucha razón que: Lo que más me gusta de Youtube es calentar a otros usuarios sudamericanos, porque son buena gente, pero es facilísimo y saltan en el acto.

En efecto, siempre he notado que son gente muy susceptible, y hoy quería hablar de esto, de la susceptibilidad sudamericana. Resulta llamativo comprobar en cualquier medio de internet, especialmente en foros o sistemas parecidos a los foros, como los comentarios de los blogs, siempre hay usuarios especialmente susceptibles, que saltan a la mínima, incluso sin provocación aparente, y que en seguida caen en insultos o acusan al adversario de fascista, ignorante y mil cosas más, y... curiosamente casi siempre son hispanoamericanos. A los españoles, en particular, nos tienen mucha tirria, aunque no faltan los piques entre ellos, como cuando se enfrentan chilenos y argentinos, e incluso entre individuos de la misma nacionalidad. Por alguna curiosa razón, se lo toman todo muy a pecho, son muy pasionales.

Recuerdo que cuando estuve en Buenos Aires, por motivos de trabajo, el comercial de mi empresa que trabajaba allá (y que era madrileño) me comentó algo que siempre he comprobado que es bastante cierto. Dijo que los argentinos tenían un patriotismo curioso: Siempre hablaban pestes de su propio país entre ellos, e incuso si les preguntabas te las decían, pero que no se te ocurriera ti decir de Argentina lo que decían ellos, porque entonces sí lo tomaban como ofensa, y parecían volverse patriotas de pronto; además, en determinadas circunstancias, como en los encuentros de fútbol, se transformaban extrañamente y todos eran entonces alvicelestes hasta la muerte.

Los españoles también somos un poco así. Si le preguntas a un español qué piensa de su país, seguramente te dirá cosas no muy buenas, o directamente malas. Te hablará de la corrupción, de que somos la cola de Europa, bla, bla, bla. Ahora, que se cuide mucho un extranjero, sobre todo si es inglés o francés, de meterse con nuestro país, que ya saltarán todos sobre él como si esto fuese el levantamiento del 2 de Mayo. Y con lo del fútbol pasa igual; aquí la bandera nacional se usa para poco más que para adornar los edificios oficiales, y porque lo manda la ley, que si no ni eso; pero cuidado, cuando llegan las competiciones internacionales de fútbol, de pronto todo es rojo y amarillo. Ver para creer.

Aún así, los españoles practicamos este contraste dentro de límites bastante razonables, creo yo. Los hispanoamericanos, en cambio, lo llevan a extremos increíbles. Por la más mínima observación, saltan a la yugular como si fuesen soldados de Bolívar y estuviéramos en plena campaña por la independencia de América. Hacen mal. Esta conducta les hace quedar a menudo en ridículo en las discusiones foriles, apareciendo como fanáticos e ignorantes. Yo imagino que quienes dicen esas cosas son gente que ha viajado poco o, incluso habiéndolo hecho, no se ha movido lo suficiente ni ha conocido un número de gente amplio en los diversos países en los que ha estado. Si lo hubieran hecho, hubieran comprobado que las personas son más o menos iguales en todas partes, y que es ridículo andarse con esas manías patrióticas y exaltarse por cualquier observación. Al final, la gran diferencia entre un sitio y otro es que en uno comen kikos, y en el otro dulce de leche.

Imagen: http://www.iespalomeras.net/allnatural

3 comentarios:

Thimbler dijo...

o_O

La verdad que nunca me habia dado cuenta de esto que comentas de la susceptibilidad hispanoamericana, pero procurare prestarle mas atención.

Sobre el patriotismo que dices, me atrevería a afirmar que es así en todos los países. Por mucho que alguien se pueda declarar antipatriota, creo que una persona no puede mas que sentir arraigo por la cultura en la que vive, y aunque muchas veces, hablando entre iguales nos permitimos el lujo de poner a caldo todo lo que nos apetezca y más, pero esta claro que nos revienta que desde fuera se nos pueda ver algún defecto como país. Esto es tan cierto como que el sol sale cada día.

Johnny Tastavins dijo...

Bueno, Suadamérica la conozco poco, la verdad, auque acierto a entender un poco lo que cuentas. Basta con leer un poco o ver la TV, o incluso ver la reacción de los venezolanos al "por qué no te callas!" que estampó Juan Carlos a Chávez.

Siempre he creído que la madurez deun país se puede medir sobre todo en la capacidad de reíse de sí mismo. Los "spitting image" británicos, el "Polònia" de TV3 o el "Vaya semanita" de Euskal Telebista son ejemplos de programas televisivos de una acidez aplastante y que sin embargo triunfan por doquier, con la forzada aquiescencia de los políticos ridiculizados.

Dale tiempo a Sudamérica, justo salen de largos tiempos de dictadura. Aprenderán, estudiarán, y llegarán a ese punto donde dejarán de picarse, y empezarán a reirse. Seguro!

Carlos dijo...

¡Gracias por la cita!