
Supongo que a los americanos les pasará igual si estos días leen nuestros diarios o ven nuestros telediarios y comprueban el enorme interés que despierta saber si fulanito se fue de cacería con menganito, o si a futanito le han regalado un traje hecho a medida. Por no hablar de historias de espías sobre las que se hace mucho ruido, pero que al final acaban difuminadas entre la confusión provocada por los insultos de unos y otros. Las comisiones de investigación son tan endogámicas que dan risa (los propios políticos tienen que investigarse a sí mismos, por lo visto), y se prevé un culebrón parecido al de escándalos anteriores, en los que al final no se sacó nada en claro, y la gente dejó de interesarse en el tema por cansancio. No sé, creo que a un yankee, lo de la cacería de Bermejo le parecería tan gracioso como a nosotros nos lo pareció lo del caso Lewinsky, una cosa de esas que no acabas de comprender, hasta que caes en la cuenta de que es otro país, otra cultura, y que le dan importancia a cosas diferentes de las que tú crees importantes.
Mientras, los trajadores pierden sus empleos, las empresas aprovechan la crisis para echar gente o reducir jornadas, y ciertos directivos se llenan los bolsillos justo después de lloriquear y decir que necesitan ayudas, como ha pasado hace poco con AIG.
Hoy he leído que Irlanda limitará los sueldos de sus banqueros a 500.000 euros anuales (algunos cobraban aproximadamente el doble), siguiendo el camino de Obama, que limitó el de los banqueros norteamericanos a 500.000 dólares. Eso sí es un comienzo esperanzador (aunque todavía muy insuficiente) y algo que a la larga puede tener consecuencias; no chorradas de trajes, cacerías o tejanos que se creen que viven en los tiempos de la Confederación. Creo que fue Nietzsche quien dijo que los acontecimientos realmente importantes transcurren silenciosamente a lo largo de la historia (ahora no recuerdo la frase exacta, pero era algo así); seguramente tenía razón.
Imagen: http://politicakungfu.wordpress.com/2008/07/18/balancines-fiscales-o-como-vivimos-en-el-peor-de-los-mundos-posibles/
1 comentario:
Exactamente, mucho ruido y pocas nueces. Mientras tanto, dos niñas entran y salen de la UVI por una reacción a una vacuna contra el virus del pailoma que por lo menos se ha demostrado poco experimentada. Pero cada vacuna cuesta al INSS más de 500 €. Niñas de entre 9 y 14 años debe haber en España más de 1 millón. Multiplicación fácil. ¿A que suena feo pero flojito?
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