Los hechos históricos no son siempre recordados por su verdadera importancia, sino por la propaganda que alguno de los bandos implicados se ha esforzado en darles. Por eso muchos conflictos terribles de naciones a las que a menudo se presta poca atención, pasan desapercibidos, mientras se multiplica la información sobre pequeñas escaramuzas, realmente insignificantes, pero que afectaron a naciones importantes del momento.
No es extraño, por tanto, que sepamos tan poco de las guerras ocurridas en Latinoamérica una vez independizadas sus naciones de los dominios español y portugués. Los españoles, ignorantes ya en grado sumo de nuestra propia historia, poco interés íbamos a mostrar en la de Perú, México o Chile, por ejemplo. Y más aún en la de un país tan olvidado como Paraguay. Por eso, la mayoría de nosotros apenas sabemos que en este recóndito país sudamericano se llevó a cabo una de las guerras más horribles del siglo XIX, y un drama humano similar al de muchos genocidios anteriores y posteriores.
Paraguay es un país relativamente olvidado. En todos los años de mi vida, son contadas las ocasiones en las que he escuchado o leído alguna noticia referente a esta nación; y desde luego, muchas menos que de cualquier otro país sudamericano. Igual que otros países como Mongolia, parece situarse en una dimensión aparte. Uno tiene siempre la impresión de que deben ser un lugares en los que nunca pasa nada, porque nunca se oye nada de ellos.
Sin embargo, a principios del siglo XIX, Paraguay era el segundo exportador mundial de algodón, y económicamente no era de las naciones más atrasadas del continente; más bien tenía un futuro prometedor, a pesar de estar bajo la dictadura de Francisco Solano López (del que muestro una foto), un hombre que por lo visto tenía una amplia cultura, pero que era demasiado egocéntrico y ambicioso. Él fue quien, con su torpe política, acabó llevando a la nación a la más terrible desgracia. Vivió, además, en una época propicia para los endiosados como él, puesto que en aquel momento, perdida la autoridad española en aquellos amplios territorios, y sin estar aún muy bien fijadas las fronteras, la ambición de los gobernantes de uno u otro país llevó a varias de aquellas naciones a guerras inútiles y sangrientas.
Las causas de la guerra han sido siempre motivo de polémica y discusión, e incluso hoy lo siguen siendo. En lo que pocos difieren es en que López es el principal culpable, o que por lo menos podía haberla evitado si hubiera tenido algo de sentido común, porque evidentemente, Paraguay difícilmente podía hacer algo contra Brasil, Uruguay y Argentina juntos. No voy a exponer aquí todas las causas del conflicto ni a explicar el desarrollo de la guerra; esos datos se pueden encontrar fácilmente. Más bien voy a explicar cómo terminó.
En 1870 acabó un conflicto que desde 1864 había dejado casi 100.000 muertos en el bando aliado. Por el lado paraguayo, se habla de unas 300.000 bajas. Sin embargo, este no fue el gran drama. Lo terrible es que un país que al inicio de la guerra tenía una población de entre 1'3 y 1'5 millones de habitantes, al acabar sólo tenía entre 200.000 y 300.000. ¿Qué ocurrió con el resto? No sólo cayeron muertos en la guerra, sino que, al ser ocupado el país por los brasileños, una parte de la población fue reducida a la esclavitud, pues Brasil aún practicaba la esclavitud. El 90% de la población masculina había perecido, y fue necesario traer inmigrantes de otros países como Colombia, para repoblarla. Aparte de eso, Paraguy perdió parte de su territorio en beneficio de Brasil y Argentina, y tuvo que pagar una cuantiosa multa. Pero es sin duda el drama humano de más de un millón de personas el que impresiona, no sólo por las cifras absolutas, sino porque suponían aproximadamente el 80% de la población de un país. Sin embargo, de este conflicto apenas se oye hablar; es como si todas estas personas nunca hubieran existido, o como si no importasen.
Imagen: http://en.wikipedia.org/wiki/File:Lopez1870.jpg
No es extraño, por tanto, que sepamos tan poco de las guerras ocurridas en Latinoamérica una vez independizadas sus naciones de los dominios español y portugués. Los españoles, ignorantes ya en grado sumo de nuestra propia historia, poco interés íbamos a mostrar en la de Perú, México o Chile, por ejemplo. Y más aún en la de un país tan olvidado como Paraguay. Por eso, la mayoría de nosotros apenas sabemos que en este recóndito país sudamericano se llevó a cabo una de las guerras más horribles del siglo XIX, y un drama humano similar al de muchos genocidios anteriores y posteriores.
Paraguay es un país relativamente olvidado. En todos los años de mi vida, son contadas las ocasiones en las que he escuchado o leído alguna noticia referente a esta nación; y desde luego, muchas menos que de cualquier otro país sudamericano. Igual que otros países como Mongolia, parece situarse en una dimensión aparte. Uno tiene siempre la impresión de que deben ser un lugares en los que nunca pasa nada, porque nunca se oye nada de ellos.
Sin embargo, a principios del siglo XIX, Paraguay era el segundo exportador mundial de algodón, y económicamente no era de las naciones más atrasadas del continente; más bien tenía un futuro prometedor, a pesar de estar bajo la dictadura de Francisco Solano López (del que muestro una foto), un hombre que por lo visto tenía una amplia cultura, pero que era demasiado egocéntrico y ambicioso. Él fue quien, con su torpe política, acabó llevando a la nación a la más terrible desgracia. Vivió, además, en una época propicia para los endiosados como él, puesto que en aquel momento, perdida la autoridad española en aquellos amplios territorios, y sin estar aún muy bien fijadas las fronteras, la ambición de los gobernantes de uno u otro país llevó a varias de aquellas naciones a guerras inútiles y sangrientas.
Las causas de la guerra han sido siempre motivo de polémica y discusión, e incluso hoy lo siguen siendo. En lo que pocos difieren es en que López es el principal culpable, o que por lo menos podía haberla evitado si hubiera tenido algo de sentido común, porque evidentemente, Paraguay difícilmente podía hacer algo contra Brasil, Uruguay y Argentina juntos. No voy a exponer aquí todas las causas del conflicto ni a explicar el desarrollo de la guerra; esos datos se pueden encontrar fácilmente. Más bien voy a explicar cómo terminó.
En 1870 acabó un conflicto que desde 1864 había dejado casi 100.000 muertos en el bando aliado. Por el lado paraguayo, se habla de unas 300.000 bajas. Sin embargo, este no fue el gran drama. Lo terrible es que un país que al inicio de la guerra tenía una población de entre 1'3 y 1'5 millones de habitantes, al acabar sólo tenía entre 200.000 y 300.000. ¿Qué ocurrió con el resto? No sólo cayeron muertos en la guerra, sino que, al ser ocupado el país por los brasileños, una parte de la población fue reducida a la esclavitud, pues Brasil aún practicaba la esclavitud. El 90% de la población masculina había perecido, y fue necesario traer inmigrantes de otros países como Colombia, para repoblarla. Aparte de eso, Paraguy perdió parte de su territorio en beneficio de Brasil y Argentina, y tuvo que pagar una cuantiosa multa. Pero es sin duda el drama humano de más de un millón de personas el que impresiona, no sólo por las cifras absolutas, sino porque suponían aproximadamente el 80% de la población de un país. Sin embargo, de este conflicto apenas se oye hablar; es como si todas estas personas nunca hubieran existido, o como si no importasen.
Imagen: http://en.wikipedia.org/wiki/File:Lopez1870.jpg
No hay comentarios:
Publicar un comentario