jueves, 29 de mayo de 2008

Banderitas

Hace mucho tiempo, casi cuando comencé este blog, prometí hablar un día de banderas, y como llevo unos días sin actualizar, pues lo hago ahora.

Evidentemente, no me voy a extender demasiado porque no es cuestión de aburrir al personal con detalles eruditos que, a fin de cuentas, tampoco están a mi alcance, pues no soy un experto. Se trata simplemente de comentar algunas curiosidades sobre la bandera nacional, que muchas personas ignoran aún.

Hay quienes creen la bandera actual, roja y amarilla (roja y gualda para los puristas), se ha usado desde que los Reyes Católicos se convirtieron en los primeros monarcas de algo que se pudiera llamar España. No es así. Esa bandera sólo se comenzó a usar a finales del siglo XVIII, y se ha mantenido hasta nuestros días salvo pequeñas modificaciones (algún cambio del tamaño de las franjas, o del color amarillo/gualda, y por supuesto, diferentes cambios de escudo, águila, etc). La única modificación importante la sufrió en la Segunda República, cuando el rojo inferior se transformó en morado, como casi todos sabemos. Pero eso sólo supuso un periodo muy breve, como también sabemos.

Bien, ¿y qué bandera se usó desde finales del XV hasta finales del XVIII? Pues en realidad nunca hubo una bandera oficial, pero el ejército usaba como símbolo la cruz de San Andrés (ver foto), así que esta se convirtió de facto en la bandera de España durante tres siglos, a falta de algo mejor.

¿Y por qué esta cruz roja sobre fondo blanco en lugar de algo que fusionara los antiguos símbolos de Aragón, Castilla, Navarra, etc.? Pues porque como en este país siempre ha sido y sigue siendo complicado ponerse de acuerdo, porque todo lo convertimos en un enfrentamiento, la solución tuvo que venir, cómo no, de fuera. Resulta que la cruz de San Andrés es también la cruz de Borgoña, territorio del que provenía Felipe I el Hermoso, primer rey, podríamos decir, de España. Así que una manera de escoger un símbolo que no dejase por encima ni por debajo a ninguno de los territorios del nuevo país fue precisamente decantarse por este. De hecho, ha venido siendo, y es aún hoy en día, uno de los símbolos más representativos del ejército de tierra.

Pero la crucecita esta tiene un problema, y es que no es fácilmente identificable en el mar, aparte de que no es fácilmente distinguible a distancia de la cruz de San Jorge, que usa Inglaterra, así que los buques españoles usaban otra, muy parecida a la rojigualda, pero con dos franjas más en amarillo (o gualda si nos ponemos quisquillosos), de la cual proviene, obviamente, la actual bandera nacional. Dicen algunos que esta bandera se había heredado de la que usaba la marina catalano-aragonesa antiguamente, pero a tanto no llego, y la verdad es que estas leyendas se pierden en la confusión de la Historia, demasiado contaminada ya por el partidismo.

Había otra razón (imagino yo) para cambiar de bandera, y es que al producirse un cambio de dinastía, los borbones probablemente no quisieron mantener un símbolo heredado de la casa de Austria. Por todas estas razones, finalmente se acabó adoptando ese modelo, que se ha mantenido hasta hoy.

Imagen: wikipedia

1 comentario:

Sonia dijo...

Vamos, que entre unos y otros la casa sin barrer y suerte que a estas alturas de la vida tenemos bandera, que conociendo como somos los españoles podriamos seguir a tortas sin llegar a un acuerdo.

Y todo por un trapo oiga...