miércoles, 17 de diciembre de 2008

María y otras maneras de divertirse

No es raro ver hoy en día a gente fumando porros, y como este fin de semana lo he vuelto a ver, han resurgido en mi cabeza las reflexiones que siempre me he hecho sobre este tema. Me gustaría compartirlas, por si a alguien le sirven de algo.

Personalmente, no creo que los porros sean buenos. He visto a alguna gente reírse mucho tras fumarlos, pero también luego tener un cierto bajón. Además, quienes abusan de ellos suelen pasar a otras cosas peores, y acaban mal; e incluso aunque no pasen a otras cosas peores, el abuso de cualquier cosa no suele ser bueno, y de ésta evidentemente mucho menos. Eso no quita que fumarlos ocasionalmente no produce problemas graves también lo he comprobado, ya que algunas personas que conozco los han consumido o consumen de higos a brevas, y no observo que estén especialmente afectados. Supongo que es de esas cosas que, sin ser recomendables, se le pueden permitir a aquel que quiera disfrutarlas. A fin de cuentas, cada cual se divierte como quiere. Yo no comparto su afición, pero tampoco me meto con ellos.

Sobre la motivación que lleva a la gente a gastarse dinero (que no es poco, precisamente) en estas cosas, y además arriesgarse a tener problemas con la policía, sólo por el placer de fumarlos... pues supongo que es como las borracheras. Ocurre, creo, que la vida habitual de la mayoría de nosotros no es precisamente una maravilla, no es una vida de película ni exenta de problemas y de agobio, de modo que a veces necesitamos olvidanos de ella. Cuanto mayor es el puteo que sufre una persona en su vida diaria, mayor es esta necesidad; y gente puteada hay mucha, así que siempre habrá fumadores de porros, igual que siempre habrá borrachos.

Supongo que estas razones son las que me producen un sentimiento de tristeza cada vez que veo a alguien fumando maría. Nada más ver la punta negra del cigarro y la sonrisa dibujada en la cara de quien le ha dado una calada, sé que detrás de esa sonrisa hay una vida triste y gris, seguramente llena de problemas que no puedo ni imaginarme. Me siento afortunado de que mi vida esté tan llena de cosas buenas como para no necesitar decirle "pásamelo".

Imagen: http://www.taringa.net/posts/videos/1659684/V-Copa-de-la-Marihuana-de-Madrid.html

4 comentarios:

Thimbler dijo...

Creo que cometes un inmensísimo error con esta entrada. Prejuzgas directamente a los consumidores de marihuana, asumiendo que sus vidas son algo gris y triste simplemente porque les guste consumir esa sustancia. Francamente, me parece una de las mayores tonterías que he leído en bastante tiempo, y me sorprende mucho viniendo de tí.

Creo que, como siempre en esta vida, hay mil razones para hacer las cosas. Hablo desde mi experiencia y de los casos que conozco, pero de la gente que conozco que consume marihuana, a muchos no les incluiría en ese grupo. A otros si, pero sinceramente, no creo que esas sean sus motivaciones para consumirla.

En mi caso, yo la consumo porque me gusta. Está rica. No busco ningún tipo de escape de mi vida cotidiana, ni mejorar mi estado de ánimo, simplemente me gusta el sabor. ¿Eso cataloga mi vida instantaneamente como una existencia gris? Pues permiteme dudarlo...

Hay gente que utiliza estas sustancias como modo de relajación, como ritual, por el sabor, por ocio, por alcanzar diferentes niveles de consciencia o porque les gusta y punto. Y eso no creo que catalogue a nadie como un ser triste que necesita ser rescatado de su vida en ningún momento.

Creo, sinceramente, que has cometido un gran error de juicio con esta entrada, al menos, esa es mi opinión.

Un beso!

monsieur le six dijo...

Me parece muy bien que opines así, diciendo lo que piensas sin problemas, igual que hago yo.

No sé si prejuzgo a la gente que fuma porros... es posible. De todas formas, como digo en una parte del texto, me resulta extraño que alguien se gaste tanto dinero y asuma problemas (porque te puedes meter en problemas) y luego diga que bueno, que lo hace porque "le gusta su sabor"... no digo que no pueda ser, porque si tú misma lo afirmas, pues así será, pero creo que en general eso no es así. ¿Puedo estar equivocado? Sí, igual que puedo estarlo cuando otras veces digo que quienes se emborrachan habitualmente no lo hacen porque les encante el sabor del alcohol, sino por otras razones parecidas a las de los porros. Pero de momento, sigo pensando así.

En cualquier caso, el texto no pretende ser despreciativo. Muchos de mis mejores amigos están retratados en él y no por eso dejan de ser gente genial y a la que aprecio, pero por muy amigos que sean, hay cosas en ellos que no me dan buena espina, y esta es una.

Anónimo dijo...

Estoy totalmente en desacuerdo con el artículo.

El consumo de drogas, no hablo de marihuana en concreto, es un tema sobre el que no se suele poseer información y, cuando esta se tiene en medios generalistas, es sesgada y tendenciosa, precisamente por pasar por el filtro de fundaciones tipo FAD.

Dicho esto, al trapo. :)

El consumir o no consumir una sustancia entra dentro de la libertad de cada uno a la hora de cometer un acto. Precisamente, comentas que el que consume se expone a ser detenido por cometer un acto ilegal, esto es muy importante: el Estado jamás puede ni debe regular nuestra libertad individual, no debe tener leyes ni medidas proteccionistas que no defiendan de nosotros mismos; si nos toman por inmaduros para poder saber sin necesidad de su ayuda lo que es bueno o malo, ¿cómo pueden estar seguros de que somos lo suficientemente responsables para poder ejercer nuestro derecho a voto con conciencia? Es solo un ejemplo de entre los millones que podrían ocurrírsenos.

La segunda pega principal en el tema de las drogas es que su clasificación entre legales e ilegales no responde a ningún efecto, ni a posología, ni a nada, sino a una simple cuestión fiscal: tabaco, alcohol y café son legales porque reportan increíbles beneficios al Estado; el resto no lo son porque esos beneficios los obtienen personas 'ajenas' al Estado, pero con el poder suficiente como para que se mantenga así la situación.

Tercero, y enlazando con mi primer párrafo. Los estudios serios sobre drogas se eliminaron de un plumazo hace años. Estudios muy esperanzadores sobre el uso de LSD con algunas dolencias psiquiátricas o de la interacción del THC en el cerebro, fuera. Tú aludes al mito, porque no es más que un mito que tú o yo o mucha gente podemos pensar que es cierto, que por fumar porros te quedas tonto o lento; bibliografía reciente lo desmiente completamente.

Y cuarto punto, pero no menos importante. Las drogas no son ni buenas ni malas en sí mismas, sino que depende enteramente del uso que les demos. Los griegos esto lo tenían claro cuando hablaban del concepto de pharmakon, aludiendo a que la droga puede ser a la vez remedio y enfermedad. El ejemplo de la marihuana mismamente: el uso en medicina está reconocido para algunas terapias; sin embargo, esa misma sustancia está demonizada para otros usos, y la sustancia no ha cambiado en absoluto :)

Resumiendo y, aunque me parezca absurdo decirlo, yo soy consumidor muy, muy esporádico de cannabis. ¿Por qué consumo? Principalmente, y resumiendo mucho, porque puedo lograr estados alterados de conciencia que me pueden ayudar o no en algunas facetas de mi vida. Y, sí, por supuesto no me refiero al fumar porros para reírme en la puerta del instituto, aunque es algo que no comparto pero respeto.

El consumo debe ser un acto de responsabilidad. Sin más. Mientras la gente no tenga información real y científica sobre efectos, dosis, etc. muchos seguirán consumiendo por pasar el rato o como un acto de rebeldía, sin saber realmente lo que consumen ni por qué lo hacen.

Libertad y responsabilidad.

De la piel para adentro empieza mi exclusiva jurisdicción. Elijo yo aquello que puede o no cruzar esa frontera. Soy, un estado soberano, y las lindes de mi piel me resultan mucho más sagradas que los confines políticos de cualquier país..
Antonio Escohotado.

monsieur le six dijo...

Joder, menudo comentario XD
Pero gracias por escribirlo :)

Creo que el tema bien merece otro artículo más, así que responderé en la siguiente entrada.