La red lleva unos días llenándose de comentarios de todo tipo sobre el cierre de Megaupload por parte de las autoridades de EEUU. No he dicho nada hasta ahora, en parte porque no estoy muy metido en su funcionamiento (no tengo cuenta con ellos, y sólo esporádicamente lo he usado para compartir ficheros), y en parte porque otros ya han hablado sobre el tema mismo del cierre mejor de lo que yo mismo hubiera hecho. En particular, me gusta la explicación de Juan Camilo Cano sobre las descargas.
Pero hay un par de cuestiones que quizás no se han tocado tanto, y me apetece comentarlas. La primera es la extravagante vida del dueño de Megaupload, Kim Schmitz (más conocido como Kim Dotcom) al que algunos medios se han dedicado a convertir en un villano, como si otros muchos millonarios y grandes empresarios de los que no se dice nada, llevasen vidas menos extravagantes, fuesen menos malvados o hiciesen cosas menos reprobables moralmente o menos perjudiciales para la sociedad. Ahora resulta que es un escándalo que un tipo forrado tenga coches de carreras y monte fiestas con chicas guapas. Acabemos. Como si desde pequeños no nos estuviesen inculcando desde todas partes que eso sería lo mejor que nos podría pasar de mayores.
La otra cuestión, más puramente informática, es la del daño que esto puede hacer a una de las modas más recientes de Internet: la nube. Desde hace unos meses casi no se habla de otra cosa. Programar en nube, subir los datos a la nube... si no orientabas tu negocio y tus proyectos a la nube, no eras nada; un paria, un atrasado uno que no se entera. Ahora, después de que muchos miles de usuarios que pagaban religiosamente su cuenta y que no subían contenidos ilegales, sino información personal o profesional, hayan perdido esa misma información, todo queda en entredicho. La tan cacareada nube, ya no es tan "guay". Se ha visto que un rayo puede hacer que se esfume, y eso no hace gracia; sobre todo cuando uno de los argumentos para defenderla era la seguridad, pues se consideraba a tu información aislada de los problemas de almacenamiento físicos.
Personalmente nunca he sido muy partidario de la nube. Siempre la he visto como una vieja idea de la desaparecida empresa Sun Microsystems (¿o fue su actual dueña, Oracle?), que ya en los 90 hablaba de que el futuro estaba en trabajar desde un simple terminal contra la red, sin tener un PC potente que guarde todo en local. La idea tenía sus ventajas e inconvenientes. Para algunas cosas la veía bien, pero seguían sin convencerme temas como la confidencialidad, la seguridad y la inmediatez. Sí que es buena la conectividad y la accesibilidad que aporta. Quizás el cierre de Megaupload haga volver la cordura a la moda informática, aunque lo que suele suceder en estos casos es que, siguiendo la ley del péndulo, lo que ayer era maravilloso, hoy pasa a ser lo peor, y viceversa. Veremos.
Imagen: http://www.silverwolfrevenge.es.tl/DESCARGAR-PROGRAMAS.htm
Pero hay un par de cuestiones que quizás no se han tocado tanto, y me apetece comentarlas. La primera es la extravagante vida del dueño de Megaupload, Kim Schmitz (más conocido como Kim Dotcom) al que algunos medios se han dedicado a convertir en un villano, como si otros muchos millonarios y grandes empresarios de los que no se dice nada, llevasen vidas menos extravagantes, fuesen menos malvados o hiciesen cosas menos reprobables moralmente o menos perjudiciales para la sociedad. Ahora resulta que es un escándalo que un tipo forrado tenga coches de carreras y monte fiestas con chicas guapas. Acabemos. Como si desde pequeños no nos estuviesen inculcando desde todas partes que eso sería lo mejor que nos podría pasar de mayores.
La otra cuestión, más puramente informática, es la del daño que esto puede hacer a una de las modas más recientes de Internet: la nube. Desde hace unos meses casi no se habla de otra cosa. Programar en nube, subir los datos a la nube... si no orientabas tu negocio y tus proyectos a la nube, no eras nada; un paria, un atrasado uno que no se entera. Ahora, después de que muchos miles de usuarios que pagaban religiosamente su cuenta y que no subían contenidos ilegales, sino información personal o profesional, hayan perdido esa misma información, todo queda en entredicho. La tan cacareada nube, ya no es tan "guay". Se ha visto que un rayo puede hacer que se esfume, y eso no hace gracia; sobre todo cuando uno de los argumentos para defenderla era la seguridad, pues se consideraba a tu información aislada de los problemas de almacenamiento físicos.
Personalmente nunca he sido muy partidario de la nube. Siempre la he visto como una vieja idea de la desaparecida empresa Sun Microsystems (¿o fue su actual dueña, Oracle?), que ya en los 90 hablaba de que el futuro estaba en trabajar desde un simple terminal contra la red, sin tener un PC potente que guarde todo en local. La idea tenía sus ventajas e inconvenientes. Para algunas cosas la veía bien, pero seguían sin convencerme temas como la confidencialidad, la seguridad y la inmediatez. Sí que es buena la conectividad y la accesibilidad que aporta. Quizás el cierre de Megaupload haga volver la cordura a la moda informática, aunque lo que suele suceder en estos casos es que, siguiendo la ley del péndulo, lo que ayer era maravilloso, hoy pasa a ser lo peor, y viceversa. Veremos.
Imagen: http://www.silverwolfrevenge.es.tl/DESCARGAR-PROGRAMAS.htm
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