jueves, 26 de abril de 2007

La corriente del mar

Últimamente veo mucha gente de mi entorno distanciarse. Y no es que se distancien de mí, sino un poco de todo. No sé qué les pasa. Ayer mismo, una amiga me decía que ya no escribía en un foro que antes compartíamos porque creía que no caía bien a cierta gente. Estoy convencido de que se equivoca, pero si no se siente cómoda, nada puede hacerse ya. Otras personas a las que antes veía compartir noches de fiesta, conversaciones de chat, foreos... no quieren saber nada ya unos de otros, o al menos no muestran interés. Yo mismo vi con pena a un par de personas el sábado pasado por la noche, con las que había compartido muchos fines de semana y que ahora ya ni me saludan (ni yo a ellos). Unas veces por malentendidos, otras por temores o sospechas infundados, otras simplemente por desidia o porque una cree que la otra no le aporta nada, las personas se separan. Supongo que es lo normal. Yo lo acepto como parte del devenir de la vida, pero sigue siendo triste igualmente. Incluso me sorprende que tenga que ser yo, que nunca he destacado por mi sociabilidad, el que tenga que tomar la inciativa para hablar a gente que hace tiempo que no veía y decirles algo tan sencillo como "ey, hola, ¿cómo va todo?".

En ocasiones, la causa es comprensible y normal: Estudios, trabajo, o que se echan novio/novia y prefieren estár por esa persona. Pero otras veces no lo entiendes. Te preguntas qué concepto tienen de la amistad, qué esperan de los demás, que esperan de la vida. Me da por pensar que si pusieran un poco más de interés, un poco más de ganas, de buena voluntad, aprovecharían mucho mejor la presencia de quienes le rodean; pero no, parece como si la desconfianza los anulase.

No sé por qué me da por pensar en estas cosas ahora. Es primavera, hace buen tiempo, las cosas me van bien... pero me apena ver que mucha gente que me rodea parece estar a la deriva. Son como navegantes, cada uno en su barquita solitaria, a los que ves desde la playa, alejándose unos de otros mientras la corriente del mar los arrastra lentamente .

1 comentario:

Sonia dijo...

Lo que esta claro es que cada uno va a lo suyo y nadie piensa en lo que le rodea (aunque sean personas a las que se tiene cierto cariño), se tiende a pensar que los demas deben hacer todo por ti, cuando si uno mismo no hace nada no se puede llegar a ninguna parte.

Esta claro que el egoismo impera y que pensar en las demas personas ya no es algo normal.

Pero yo me pregunto...nadie piensa lo mismo que tu?

Por otra parte: si ellos quieren pasar...ellos se lo pierden!