No tenía intención de comentar más sobre ellos, porque creo que ya expresé anteriormente lo que opinaba sobre este partido, pero ya que algunas personas me han hecho notar que hace pocos días (de hecho, justo después de que yo escribiera sobre ellos) han publicado su programa y reformado su página web, no puedo dejar de añadir algún comentario para no parecer tendencioso, puesto que anteriormente les "descarté" como opción política al considerar que no era serio no tener programa a estas alturas (y de hecho sigo pensando que es poco serio sacarlo a tan pocos días de las elecciones, pero vamos a dejarlo ahí).
Por supuesto, me he bajado su programa y lo he leído. En general no me ha sorprendido, aunque me ha llamado la atención el poco rubor con el que muestran unas ideas totalmente orientadas a fastidiar a los partidos nacionalistas catalanes y vascos; ideas que ya conocíamos y a las cuales, por otra parte, tienen todo el derecho del mundo, pero que sólo ahora se nos ofrecen plasmadas de un modo tan claro y directo. También me han parecido innovadoras sus intenciones de reformar la democracia, que aplaudo, aunque encuentro aún un poco tímidas, pero que en cualquier caso son mucho más que lo que proponen los partidos clásicos. Voy a empezar por las reformas de lo que sería la base democrática (ley electoral, Congreso, Senado, etc.).
Como en todos los programas de los partidos que se ofrecen como alternativa al que gobierna, hay mucho rollo bienintencionado y mucha crítica a los que gobernaron en el pasado, pero vamos a por lo concreto:
En el apartado de separación de poderes, piden varias cosas como volver a los criterios de elección de 1980 (en que los jueces no dependían exclusivamente de los políticos para ser nombrados), pasar de 12 a 15 magistrados para evitar empates y que el CGPJ elija a los tres que faltan, o que el Fiscal General del Estado se elija con 3/5 del Parlamento. Medidas positivas, en mi opinión, aunque yo aún sería más ambicioso al separar poderes, y creo que se quedan más en buenas intenciones que en propuestas realmente efectivas, pero mejor es esto que nada.
Respecto a la reforma del Senado, a la que aluden en varias ocasiones, no sé qué pensar. Por un lado hablan, como tantos otros partidos, de que debería ser una cámara de representación territorial, pero luego... parece como que no se atreven a que lo sea directamente y proponen un sistema algo complicado para escoger a los senadores. En fin, esto será tema para otro artículo, porque es que lo del Senado en este país es curioso. De momento digamos que la intención me parece bien, pero habría que ver si es una reforma efectiva.
En la reforma de la ley electoral, piden ampliar el Congreso a 400 diputados (pues la Constitución establece que serán entre 300 y 400), o sea, el máximo posible. No me parece mal. Así se aumenta la posibilidad de que los partidos pequeños tengan alguna representación. No es que me parezca algo crucial, porque al final tampoco es cuestión de elevar el número de diputados (¿deberían ser entonces 500? ¿O por qué no 1000?), pero me parece razonable.
También piden que la unidad representativa sea la comunidad autónoma y no la provincia, e incluso que una parte de los diputados pertenezcan a un "distrito único" a nivel nacional. Aunque estas medidas no me parecen muy importantes, desde luego no estoy en contra, puesto que es sistema actual, como sabemos, beneficia a los partidos grandes. De hecho, mucha gente (no de UPD) pide que haya un distrito único, y que no se divida por provincias. Pero esto lo dejo para algún día que hable del Senado. La propuesta de UPD no me parece descabellada.
En su propuesta 9.a piden listas abiertas. Me parece muy importante este punto, ya era hora de que alguien lo dijera. Desde luego, para esto tienen todo mi apoyo.
También promueven, en multitud de puntos, la separación de Iglesia y Estado (revisar los acuerdos con el Vaticano, etc.), cosa con la que yo, por mis convicciones, no puedo sino estar de acuerdo. Por supuesto que les aplaudo en este tema.
Sobre temas sociales, económicos, etc., pues vemos la misma lista de buenas intenciones que en los demás programas, y la misma escasez de propuestas concretas que nos convenzan de que son realizables. En esto no son diferentes a los demás. Más de lo mismo. Es una cuestión de fe.
Hasta aquí, la parte bonita. Ahora bien, una buena parte del texto exhibe de una manera bastante llamativa (al menos para mí) un claro resentimiento contra los llamados "partidos nacionalistas". Eso sí, luego que a nadie se le ocurra tildarlos a ellos de nacionalistas españoles, porque no creo que lo acepten. En la introducción dicen que "somos un partido inequívocamente nacional". No, señores, son ustedes un partido inequívocamente nacionalista español, lo cual me parece muy bien y muy correcto, no hay por qué avergonzarse de ello, pero digamos las cosas claras. Yo respeto su opinión, pero al menos tengan la decencia de ir con la verdad por delante. Entre otras cosas porque, a estas alturas, los españoles ya sabemos muy bien de qué pie cojea cada uno, y no vale la pena disimular.
Pongo algunos ejemplos (pero se pueden encontrar muchos más sin esfuerzo):
En la página 12 dicen:
Aún así, UPD sigue empeñada en camuflar su nacionalismo bajo buenas palabras como "igualdad" o "libertad"; por eso me parecen hipócritas frases como la que podemos leer en la página 4:
En resumen: unas iniciativas muy interesantes a nivel de reforma democrática (aunque yo siempre pediría más, por supuesto), pero que no pueden contrarrestar el evidente tufillo nacionalista y el tono de resentimiento que se percibe continuamente. Una pena. Creo que si se hubiera creado un partido con unas ideas parecidas pero que de verdad no fuese nacionalista, a lo mejor hasta valdría la pena votarles.
Imagen: http://www.allforcollector.com
Por supuesto, me he bajado su programa y lo he leído. En general no me ha sorprendido, aunque me ha llamado la atención el poco rubor con el que muestran unas ideas totalmente orientadas a fastidiar a los partidos nacionalistas catalanes y vascos; ideas que ya conocíamos y a las cuales, por otra parte, tienen todo el derecho del mundo, pero que sólo ahora se nos ofrecen plasmadas de un modo tan claro y directo. También me han parecido innovadoras sus intenciones de reformar la democracia, que aplaudo, aunque encuentro aún un poco tímidas, pero que en cualquier caso son mucho más que lo que proponen los partidos clásicos. Voy a empezar por las reformas de lo que sería la base democrática (ley electoral, Congreso, Senado, etc.).
Como en todos los programas de los partidos que se ofrecen como alternativa al que gobierna, hay mucho rollo bienintencionado y mucha crítica a los que gobernaron en el pasado, pero vamos a por lo concreto:
En el apartado de separación de poderes, piden varias cosas como volver a los criterios de elección de 1980 (en que los jueces no dependían exclusivamente de los políticos para ser nombrados), pasar de 12 a 15 magistrados para evitar empates y que el CGPJ elija a los tres que faltan, o que el Fiscal General del Estado se elija con 3/5 del Parlamento. Medidas positivas, en mi opinión, aunque yo aún sería más ambicioso al separar poderes, y creo que se quedan más en buenas intenciones que en propuestas realmente efectivas, pero mejor es esto que nada.
Respecto a la reforma del Senado, a la que aluden en varias ocasiones, no sé qué pensar. Por un lado hablan, como tantos otros partidos, de que debería ser una cámara de representación territorial, pero luego... parece como que no se atreven a que lo sea directamente y proponen un sistema algo complicado para escoger a los senadores. En fin, esto será tema para otro artículo, porque es que lo del Senado en este país es curioso. De momento digamos que la intención me parece bien, pero habría que ver si es una reforma efectiva.
En la reforma de la ley electoral, piden ampliar el Congreso a 400 diputados (pues la Constitución establece que serán entre 300 y 400), o sea, el máximo posible. No me parece mal. Así se aumenta la posibilidad de que los partidos pequeños tengan alguna representación. No es que me parezca algo crucial, porque al final tampoco es cuestión de elevar el número de diputados (¿deberían ser entonces 500? ¿O por qué no 1000?), pero me parece razonable.
También piden que la unidad representativa sea la comunidad autónoma y no la provincia, e incluso que una parte de los diputados pertenezcan a un "distrito único" a nivel nacional. Aunque estas medidas no me parecen muy importantes, desde luego no estoy en contra, puesto que es sistema actual, como sabemos, beneficia a los partidos grandes. De hecho, mucha gente (no de UPD) pide que haya un distrito único, y que no se divida por provincias. Pero esto lo dejo para algún día que hable del Senado. La propuesta de UPD no me parece descabellada.
En su propuesta 9.a piden listas abiertas. Me parece muy importante este punto, ya era hora de que alguien lo dijera. Desde luego, para esto tienen todo mi apoyo.
También promueven, en multitud de puntos, la separación de Iglesia y Estado (revisar los acuerdos con el Vaticano, etc.), cosa con la que yo, por mis convicciones, no puedo sino estar de acuerdo. Por supuesto que les aplaudo en este tema.
Sobre temas sociales, económicos, etc., pues vemos la misma lista de buenas intenciones que en los demás programas, y la misma escasez de propuestas concretas que nos convenzan de que son realizables. En esto no son diferentes a los demás. Más de lo mismo. Es una cuestión de fe.
Hasta aquí, la parte bonita. Ahora bien, una buena parte del texto exhibe de una manera bastante llamativa (al menos para mí) un claro resentimiento contra los llamados "partidos nacionalistas". Eso sí, luego que a nadie se le ocurra tildarlos a ellos de nacionalistas españoles, porque no creo que lo acepten. En la introducción dicen que "somos un partido inequívocamente nacional". No, señores, son ustedes un partido inequívocamente nacionalista español, lo cual me parece muy bien y muy correcto, no hay por qué avergonzarse de ello, pero digamos las cosas claras. Yo respeto su opinión, pero al menos tengan la decencia de ir con la verdad por delante. Entre otras cosas porque, a estas alturas, los españoles ya sabemos muy bien de qué pie cojea cada uno, y no vale la pena disimular.
Pongo algunos ejemplos (pero se pueden encontrar muchos más sin esfuerzo):
En la página 12 dicen:
Promover la igualdad de todos los españoles frente al “nacionalismo obligatorio” promovido por las administraciones autonómicasLlevo toda mi vida viviendo en Cataluña y nunca he sido nacionalista ni me he sentido arrastrado o coaccionado por ningún "nacionalismo obligatorio". Simplemente he pasado del tema, como paso de los nacionalistas españoles (como UPD), y ya está. Pero ojo al texto del punto B de ese mismo apartado:
toda política orientada al adoctrinamiento en materia de identidad comunitaria deberá considerarse una intromisión ilegítima de los poderes públicos en el ámbito privado y un atentado contra la libertad de pensamientoA mí que me perdonen, pero esto es fascismo puro y duro. Los partidos políticos del signo que sean tienen y deben tener siempre el derecho a promover aquellos valores en los que creen; y si salen elegidos, es evidente que los promocionarán desde las instituciones, como no podría ser de otro modo. Otra cosa es que a nosotros nos guste o no (a mí tampoco me caen simpáticas las campañas catalanistas de CiU o ERC), pero de eso a condenarlo como "intromisión ilegítima"... lo siento pero no. Es como decir: "quien no piense como yo en tema de nacionalismos y pretenda propagar sus ideas, va contra la ley". Yo, por ejemplo, discrepo radicalmente de ERC, pero si Carod ganase la presidencia a la Generalitat, evidentemente llevaría a cabo una política de identidad nacional catalana (como no puede ser de otra manera si pretende ser coherente con su propuesta política), y eso no es ni puede ser ilegítimo, por mucho que a mí no me guste. Yo le podré criticar, le pondré verde desde este blog, en mis conversaciones con mis amigos o compañeros de trabajo, votaré a otras fuerzas, etc., pero nunca diré que hace algo "ilegal". Pensar lo contrario es fascismo.
Aún así, UPD sigue empeñada en camuflar su nacionalismo bajo buenas palabras como "igualdad" o "libertad"; por eso me parecen hipócritas frases como la que podemos leer en la página 4:
nos oponemos activamente a todas las amenazas contra la igualdad y la libertad, como las procedentes del nacionalismo que pretende dividirnos y alzar fronteras interioresporque quien dice esto está tomando parte activa como nacionalista español (démosle otro nombre si queremos, pero eso es lo que es en definitiva). Fijémonos por ejemplo en las reformas que proponen para la Constitución:
Reformar la Constitución para cerrar la distribución de competencias entre el Estado y las comunidades autónomas, asumiendo el Estado una serie de competencias exclusivas e intransferiblesEstos van más lejos aún que el PP (parece increíble, pero es cierto). No es que pretendan blindar las competencias con una mayoría de 2/3 del Parlamento, como propone Rajoy, es que directamente quieren impedir cualquier cambio. Pero no nos perdamos el punto 7:
Modificar el art. 2 CE: donde dice “nacionalidades y regiones” debe decir “comunidades autónomas y ciudades autonómicas”. Se suprimirá el art. 3.3 CE, que dice lo siguiente: “La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección”. Incluir en el art. 14 CE, después de la palabra “raza”, la palabra “lengua”.Si esto no es nacionalismo español, a mí que me lo expliquen. Por no hablar de lo que leemos en la página 92:
España sufre de una esquizofrenia galopante en el terreno cultural, consecuencia de la tensión entre la existencia de una potente tradición cultural común, que incluye una lengua y un patrimonio cultural de los mayores del mundo (que nos convierten en líderSin comentarios. Creo que ya es suficiente. De hecho, ya me he alargado demasiado con este artículo. Solamente un apunte adicional sobre el tema del canon, propiedad intelectual, etc. Dicen:
mundial del sector del binomio turismo-cultura), con la disgregación nacionalista, que convierte la cultura en instrumento de lucha partidista y ataca los valores culturales compartidos.
Atención preferente a la protección de los derechos de propiedad intelectual e industrial en la actuación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de la Fiscalía. Supresión del canon digitalEste párrafo me da un poco de miedo. Por un lado, la supresión del canon es algo positivo, pero cuando se la acompaña de frases que incitan a que la policía proteja los derechos de propiedad intelectual, a mí me suena a adoptar el modelo anglosajón, que como ya he dicho en alguna ocasión anterior, me parece aún peor que el canon.
En resumen: unas iniciativas muy interesantes a nivel de reforma democrática (aunque yo siempre pediría más, por supuesto), pero que no pueden contrarrestar el evidente tufillo nacionalista y el tono de resentimiento que se percibe continuamente. Una pena. Creo que si se hubiera creado un partido con unas ideas parecidas pero que de verdad no fuese nacionalista, a lo mejor hasta valdría la pena votarles.
Imagen: http://www.allforcollector.com
1 comentario:
Sin comentarios. Se descalifican por sí solos. Mención especial la supresión del artículo referente a la protección al multilingüismo. Me gustaría saber qué opina la ¿Sra? Díaz sobre el hecho que en la CE hay veintitantas lenguas oficiales, pero de trabajo de verdad 3. El inglés, el francés y el alemán, por mucho que se nos llene la boca de la segunda lengua más hablada del mundo. Ella que ha estado en Bruselas, que nos cuente el sentimiento que aflora cuando en cualquier reunión de trabajo se garantiza exclusivamente la traducción simultánea a "los tres grandes". (Te lo digo por experiencia propia, ne ha sucedido en Bruselas).
Por lo demás es fácil hacer un programa desde el convencimiento de que no vas a aplicar una sola coma, se dejan llevar por el entusiasmo y les sale el pelaje fascista. Mejor, así sabemos con quién nos las vemos.
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