viernes, 24 de agosto de 2007

La guerra de la oreja de Jenkins

Ya en un artículo anterior hablé del asedio a Cartagena de Indias y de la increíble defensa que Blas de Lezo y los suyos hicieron de aquella plaza, venciendo a una fuerza inglesa claramente superior. Queda pendiente hablar de la guerra en sí, o sea que vamos a ello.

En 1731, el buque de un contrabandista inglés llamado Robert Jenkins fue apresado por un barco español capitaneado por Julio León Fandiño, el cual, al apresar la nave, le cortó una oreja a su prisionero. Cuando éste consiguió quedar en libertad, la oposición al primer ministro Robert Walpole le apoyó para que se presentase en la Cámara de los Comunes explicando el suceso, con la oreja cortada en la mano, y añadió entonces que el español le había dicho: «Ve y dile a tu rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve» Fue entonces cuando el parlamento forzó la guerra con España, en contra de la opinión de Walpole. Lógicamente, la verdadera motivación no fue la oreja del contrabandista, sino el interés de los ingleses por apoderarse de alguna de las colonias que la ya decadente España tenía aún en América.

En realidad sólo hubo una operación exitosa en toda la guerra y fue justamente la primera: el asalto por sorpresa de seis buques ingleses al mando de Edward Vernom a Puerto Bello, en Panamá. Este éxito inicial hinchó de arrogancia a los ingleses, que pusieron por las nubes a su héroe y extendieron por aquel entonces todo tipo de burlas, como por otra parte es típico del carácter de este país aún hoy en día, y así puede verse en los diarios sensacionalistas ingleses, interesados siempre en el crear montañas a partir de pequeños errores o defectos.

La consecuencia de este optimismo se pagó cara en la siguiente acción: Pretendieron capturar Cartagena de Indias, con el resultado que ya comenté en su día: La derrota más grande que jamás ha sufrido la Royal Navy. Siguieron a esta algunas operaciones menores contra Cuba, pero también fracasaron. Los españoles, a los que consideraban débiles al principio, se mostraron más difíciles de vencer de lo que parecía, y todos los proyectos ingleses se fueron al traste. Igualmente en el Pacífico hubo alguna expedición naval inglesa, pero de menor importancia.

También en Norteamérica se produjeron enfrentamientos entre los españoles, que estaban en Florida, y los ingleses, que estaban en Georgia, pero tanto los ataques de un bando como los del otro fallaron y no dejaron de ser escaramuzas fracasadas. Sin embargo, no deja de ser curioso que existiese este olvidado enfrentamiento entre ambos países en territorio de lo que hoy es Estados Unidos.

Ante los sucesivos fracasos por ambos bandos, el enfrentamiento se estancó, y luego se enlazó con la Guerra de sucesión de Austria, que acabó en 1748. El resultado de todas estas batallas fue nulo. Nadie consiguió nada, y en cierto modo la derrotada fue Inglaterra, que había fallado en sus pretensiones iniciales de sacar tajada del debilitado reino español.

Es una pena que esta guerra haya sido tan olvidada. Aunque los resultados fuesen nulos por ambas partes, había mucho en juego. Si los ingleses hubieran conseguido sus ojetivos, quizás la Historia hubiera cambiado mucho, al pasar a ser una potencia también en América. No fue así, y encima esta muestra de debilidad sin duda alentó a los norteamericanos más tarde para atreverse a enfrentarse a ellos. Además, contiene una de las batallas más increíbles de la Historia, que ha quedado injustamente relegada al olvido. También constituye una buena enseñanza de cómo las naciones no deben dejarse llevar por la arrogancia, ni los políticos engañarse con la propaganda partidista, porque luego la realidad es mucho más dura, y a veces quien nos parece débil es tan fuerte o más que nosotros. Todo esto, unido a la curiosa anécdota de su comienzo (que le dio también su curioso nombre), hace que me haya parecido interesante dedicarle unas líneas.

Imagen: wikipedia

3 comentarios:

Sonia dijo...

Tu no sabes todo eso!

Ayer lo buscaste en la enciclopedia de tu casa y hoy lo publicas, que lo se yoooo!!! :P

monsieur le six dijo...

Mira que eres pedorra... ¬¬
Y encima no comentas nada del artículo. Vale, vale...

Anónimo dijo...

podéis ampliar la información sobre la guerra de la oreja de jenkins en este enlace.

http://www.todoababor.es/articulos/guerra-oreja-jenkins.htm

Muchas gracias por dar a conocer nuestra histoira.