Es realmente ilustrativo todo el follón montado alrededor del escándalo de la ONG El arca de Zoé, que por lo visto manipulaba a los niños que sacaba del Chad y hacía creer a sus padres adoptivos que venían de una situación que para nada se correspondía con la realidad, probablemente para obtener dinero con ello. Sin duda es algo muy condenable, y las autoridades de aquel país hacen bien en querer juzgar a los culpables, se pongan como se pongan los gobiernos de Francia y España. El de España, por lo que parece, ha pasado bastante del tema al principio (o eso se deduce de alguna declaración que se filtró en su momento de algunos de los detenidos), mientras que el francés se ha involucrado hasta el pundo de que Sarkozy ha viajado personalmente al Chad para traerse a algunos de sus ciudadanos, y de paso también a algunos españoles. Se podría hablar mucho sobre si el método correcto era el francés o el español, pero a mí lo que me llama la atención no es eso sino la reacción de la oposición.
En España, casi desde el primer momento, la oposición ha puesto a caldo al presidente, hasta el punto de pedir que vaya al Congreso a explicar la situación. Incluso algún personaje ha salido de su "retiro" para decir que se sentía humillado ante la rápida reacción francesa. Lo divertido es que en Francia también se critica a Sarkozy, pero por buscar un efecto propagandístico y un protagonismo exagerado. Es curioso, parece que todo está mal. Me pregunto qué ocurriría si de pronto pusiéramos a la oposición francesa en España y a la española en Francia. ¿Alabarían ambos entonces a sus respectivos presidentes? La respuesta no puede ser otra que: evidentemente que no. Los que ahora dicen digo dirían Diego y los que decían Diego dirían digo. ¿Por qué? Pues porque en este extraño mundo en el que vivimos, algunos piensan que la labor de la oposición es, literalmente y con perdón, estar continuamente tocando los cojones. El principio básico es "el gobierno siempre está equivocado", da igual lo que haga. Tampoco importa quién está en ese momento en la oposición: si se cambiasen las tornas y fuese, por ejemplo, Rajoy quien estuviese en el poder y Zapatero en la oposición, veríamos exactamente la misma película. Saldría el incombustible Pepe Blanco a decir lo mismo que dice ahora Acebes y listo. En Francia, seguro que igual, puesto que en el fondo, todas las democracias parecen estar igual de podridas. Es todo como una mala comedia en la que cambian los nombres de los actores, pero el argumento es siempre el mismo, y ya aburre.
Cada vez estoy más convencido de que uno de los mejores parámetros para medir la pureza de una democracia es el grado de coincidencia entre gobierno y oposición. Cuando las discrepancias son sistemáticas, no tenemos partidos demócratas, sino algo así como empresas que quieren desbancar a la competencia para conseguir más cuota de mercado (entiéndase el mercado como los bancos del Congreso, y la cuota como la cantidad de escaños). España, medida con este baremo, sería una democracia completamente contaminada.
Sinceramente, no sé cómo acabará esto. Espero que los culpables sean condenados y que los inocentes vuelvan a casa lo antes posible. Que viaje quien tenga que viajar y que se quede quien tenga que quedarse, pero por favor, que alguien piense más en esas personas que en sus votos.
Imagen: http://medias.lemonde.fr
En España, casi desde el primer momento, la oposición ha puesto a caldo al presidente, hasta el punto de pedir que vaya al Congreso a explicar la situación. Incluso algún personaje ha salido de su "retiro" para decir que se sentía humillado ante la rápida reacción francesa. Lo divertido es que en Francia también se critica a Sarkozy, pero por buscar un efecto propagandístico y un protagonismo exagerado. Es curioso, parece que todo está mal. Me pregunto qué ocurriría si de pronto pusiéramos a la oposición francesa en España y a la española en Francia. ¿Alabarían ambos entonces a sus respectivos presidentes? La respuesta no puede ser otra que: evidentemente que no. Los que ahora dicen digo dirían Diego y los que decían Diego dirían digo. ¿Por qué? Pues porque en este extraño mundo en el que vivimos, algunos piensan que la labor de la oposición es, literalmente y con perdón, estar continuamente tocando los cojones. El principio básico es "el gobierno siempre está equivocado", da igual lo que haga. Tampoco importa quién está en ese momento en la oposición: si se cambiasen las tornas y fuese, por ejemplo, Rajoy quien estuviese en el poder y Zapatero en la oposición, veríamos exactamente la misma película. Saldría el incombustible Pepe Blanco a decir lo mismo que dice ahora Acebes y listo. En Francia, seguro que igual, puesto que en el fondo, todas las democracias parecen estar igual de podridas. Es todo como una mala comedia en la que cambian los nombres de los actores, pero el argumento es siempre el mismo, y ya aburre.
Cada vez estoy más convencido de que uno de los mejores parámetros para medir la pureza de una democracia es el grado de coincidencia entre gobierno y oposición. Cuando las discrepancias son sistemáticas, no tenemos partidos demócratas, sino algo así como empresas que quieren desbancar a la competencia para conseguir más cuota de mercado (entiéndase el mercado como los bancos del Congreso, y la cuota como la cantidad de escaños). España, medida con este baremo, sería una democracia completamente contaminada.
Sinceramente, no sé cómo acabará esto. Espero que los culpables sean condenados y que los inocentes vuelvan a casa lo antes posible. Que viaje quien tenga que viajar y que se quede quien tenga que quedarse, pero por favor, que alguien piense más en esas personas que en sus votos.
Imagen: http://medias.lemonde.fr
4 comentarios:
Mira, en este caso le puedo hasta dar la razón tanto a unos como a otros. No podemos tampoco cargarnos a la oposición por el hecho de discrepar del gobierno. Es su misión.
Lo que más me joroba es cuando se utilizan "cargas de profundidad" sin sentido. ¿Terrorismo? ¿Infraestructuras en Catalunya? Ahí sí les echo la culpa a todos. Porque los de antes (PP) critican a los de ahora (PSOE) por hacer lo mismo que ellos hicieron en su momento. Y los de ahora (PSOE) responden a los de antes (PP) con un "Y tú más!!" en lugar de argumentar en positivo. Eso no es oposición ni gobierno, es HIPOCRESÍA.
En el caso que apuntas del Chad, donde permíteme que te diga que sospecho hasta del apuntador, nada ni nadie me garantiza que la oposición hubiera tomado una actitud totalmente diferente ante los hechos. Seguramente no, pero no se puede garantizar. Por lo tanto, dejemos que opongan por una vez, que a lo mejor sirve para algo. Lo dudo, pero quizá sirva.
No podemos tampoco cargarnos a la oposición por el hecho de discrepar del gobierno. Es su misión.
En este aspecto no puedo esar de acuerdo. Desde mi punto de vista, la misión de la oposición es defender su propio programa, oponiéndose al gobierno en aquellas cosas en las que discrepen, pero apoyándole en las que coincidan. Y a mí que no me digan que no puede haber coincidencias.
Yo no es que sospeche de nadie ni que piense que esté bien o mal lo que ha hecho Sarkozy o lo que ha hecho Rodríguez. Creo que se puede estar a favor o en contra del gesto de Sarkozy, por ejemplo. Es opinable; pero me resulta curioso y significativo que, al parecer, nada esté bien, y que para cada oposición esté mal lo que ha hecho su propio presidente. Las declaraciones de Aznar, por ejemplo, están fuera de lugar. ¿Hubiera hecho él espontáneamente lo que ha hecho Sarkozy, un viaje relámpago al Chad para rescatarlos? Lo dudo mucho; y no me parece mal, pero entonces que se calle.
Hombre, claro que hay coincidencias, faltaría más :-)
De hecho, en grandes asuntos, por lo bajini se ponen de acuerdo. Composición de Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial. Si me apuras, incluso cuando hubo que modificar la Constitución (SI, SI, se modificó una vez y sin referéndums para admitir el voto de ciudadados UE en las municipales). En esos casos, que son realmente asuntos de Estado con mayúsculas, se ponen de acuerdo porque deben. Ahora pasan por un momento especialmente idiota y ni eso son capaces, pero no te preocupes, cuando pase marzo todo volverá a su cauce.
En el resto de casos, se tirarán a la yugular del adversario, como hacen también en democracias consolidadas como USA o UK. No se lo reprocho, aunque no me gusta tampoco, la verdad ...
Aznar, ay Aznar. Hubiera puesto las botas sobre la choza del Chad y hubiera hablado en texanglish, que sabe muchos idiomas.
Estoy escuchando a nuestra vicepresidenta a la llegada de los pilotos desde el Chad. Desgraciadamente, de nuevo, te doy la razón. Politiqueo, uso partidista, nada de interés general. ¡Qué asco!
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