sábado, 12 de enero de 2008

Grandes obras que hoy no podríamos publicar (I)

Inauguro hoy una lista de obras culturales cuya calidad y éxito están fuera de toda duda (o eso me parece) por haberse convertido ya en clásicos de la música, la literatura o el cine. La característica común de todas ellas es que hoy en día, si quisiéramos publicarlas, nos encontraríamos con una turba de progres de boquilla, feminazis, mojigatos, ignorantes y necios que pondrían el grito en el cielo y harían todo lo posible para que fuese apartada del público (o sea, para ejercer la censura, eso que parecía cosa del pasado, de la época de Franco). La calidad de la obra o su importancia artística les daría igual, porque esta gente, como los puritanos de la Inglaterra victoriana, o los inquisidores de la España de los austrias, simplemente piensan en imponer sus criterios sobre el resto del mundo, y carecen de la mínima libertad espiritual necesaria para aceptar el arte en general, más allá de principios políticos, morales, religiosos...

Mi intención es mostrar hasta qué punto nuestra sociedad, esa misma que presume de ser taaan abierta, taaan tolerante, taaan cosmopolita, etc., es en realidad una de las más estúpidamente cerradas en sus propios principios que han existido enlas últimas décadas. Se ha perdido el gusto por la franqueza, por el saber decir claramente lo que se piensa; se tolera e incluso se incentiva lo políticamente correcto por encima de la naturalidad y el respeto a la verdad. Consecuencia de ello es que el arte queda sesgado, censurado, reducido a una serie de obras que no nos llegan al corazón y que no hacen más que repetirnos lo que ya sabemos de memoria o lo que se quiere que creamos o sintamos. Aquellos sentimientos que chocan con los principios morales de nuestra sociedad, se esconden y censuran, por lo que el arte no acaba cumpliendo una de sus funciones más importantes, que es la de servir de catársis precisamente a estos sentimientos e impulsos.

Pero vamos ya con la primera de estas obras. Se trata de la conocida canción Delilah, interpretada desde hace ya muuuchos años por el magistral Tom Jones. Excelente y muy popular canción, que la generación de nuestros padres pudo escuchar y cantar tranquilamente sin problemas. De hecho la canción puede seguir escuchándose, pero... ¿qué ocurriría si hoy mismo un grupo español sacase algo así cantado en castellano? Examinemos la letra (la original en inglés la podéis encontrar fácilmente, por ejemplo aquí):
Vi la luz la noche que pasé por su ventana
Vi las sombras oscilates del amor en su persiana
Ella era mi mujer
Al verme engañado miré y me volví loco

Mi, mi, mi, Delilah
Porqué, porqué, porqué, Delilah
Podría haberme dado cuenta de que la muchacha no era buena para mí
pero estaba perdido como un esclavo que nadie podría liberar

Al amanecer, cuando él se fué en su coche,
yo esperaba
Cruzé la calle hasta su casa y ella abrió la puerta
Ella se quedó parada allí, riendo
Sentí el cuchillo en mi mano y ya no rió más

Mi, mi, mi Delilah

Porqué, porqué, porqué Delilah
Antes de que vengan a echar la puerta abajo,
perdonarme, Delilah, no podía aguantar más

Bueno, no creo que haga falta explicar por qué algo así se consideraría hoy políticamente incorrecto. Sería de esperar que algún que otro colectivo pidiese que se prohibiera, que es una incitación a no sé qué, que una sociedad moderna no puede permitir que bla bla bla, bla bla bla, sin pensar en que la canción no pretende hacer jucios morales ni decir qué está bien ni mal, sino expresar una situación, un sentimiento, un arranque de pasión. Pero claro, eso a quién le importa, en esta época en la que no sólo pecamos de obra, sino también, como decían los curas antes, "de pensamiento, palabra y omisión".

Disfrutémosla mientras podamos, que quién sabe si algún día ni siquiera nos la dejarán escuchar... por nuestro bien, claro, claro.

Imagen: http://www.pcc.edu/library/news/

2 comentarios:

Recaredo Veredas dijo...

Hola. Buen blog y buen diseño. Estoy de acuerdo, pero algunas canciones de Nick Cave son tan salvajes, o más, como la que mencionas y han sido publicadas sin problemas. Saludos.

monsieur le six dijo...

Hombre, yo me refiero sobre todo a España y al presente siglo, que es cuando la corrección política ha tomado más fuerza. Nick Cave es australiano y pertenece a otra época. A los extranjeros o a las obras del pasado se les trata de otra manera.

La pregunta sería: ¿se podría hacer algo así en la España de hoy?