domingo, 6 de julio de 2008

La gente honrada, esos incómodos aguafiestas

Intento aislarme en lo posible de las pequeñeces de los partidos políticos españoles, que no nos dejan ver el bosque de la verdadera política. Sin embargo, a veces ocurren hechos o aparecen en escena personajes que merecen una mención especial. Hoy ese personaje es la señora Montserrat Nebrera.

Todos hemos podido contemplar cómo hace muy poco, el PP, en su reunión celebrada en Valencia por todo lo alto, intentó dar una imagen de apertura y de democracia, de la mano de un Rajoy aparentemente más centrista que nadie. En estos últimos días, en cambio, las elecciones internas del Partido Popular de Cataluña nos han mostrado claramente cómo todo es una nueva cortina de humo para ocultar que el PP sigue siendo un partido oligárquico y cerrado. Existían tres candidatos a la presidencia, y esta pluralidad amenazaba a los señores de la calle Génova, en Madrid, con encontrarse con algún incómodo personaje al frente del PPC, que no les dijese "sí a todo". Ante tal desafío, la opción de Rajoy ha sido la de un perfecto cacique gallego (caciques hay en todas partes, pero lo de Galicia es proverbial): sacarse de la manga un candidato elegido a dedo (una señora que ni tan sólo se había presentado) y forzar a los otros candidatos a unirse a él (en este caso ella) a cambio (nadie lo duda) de favores en forma de poder o dinero.

Hasta aquí, todo sigue el camino tradicional de la política moderna, que pretende ocultar, tras una máscara de democracia, la oligarquía probablemente más perfecta de la historia. Pero, ah, qué cosas tiene la vida: Resulta que la tercera en discordia, una tal Montserrat Nebrera, tiene la extraña tozudez de ser coherente con sus ideas y valiente a la hora de expresarlas. Total, que no ha aceptado la oferta y ha preferido el honor al poder. Qué aguafiestas, con lo fácil que es aceptar un caramelo a cambio de no molestar... El caso es que ha mantenido su candidatura, ha conseguido buena parte del apoyo que inicialmente tenían otros candidatos, y por poco no gana (43% contra 56%), pero incluso habiendo perdido, ha sido la vencedora moral, y sus seguidores la han sacado a hombros, prometiendo que a la próxima será la vencida.

No voy a entrar en detalle sobre el proceso, que está mejor explicado desde dentro por otras personas, pero sí quiero hacer una reflexión:

Al igual que en todas partes hay gente corrupta y detestable, en todas partes hay también gente honrada y coherente, que se da cuenta de que la vida no es sólo acaparar puestos y lamer culos. La señora Nebrera ha demostrado ser una de ellas, para satisfacción de quienes aún creemos en el género humano pero nos cuesta encontrar ejemplos que nos suban la moral. Desgraciadamente, esta mujer se mueve en un terreno impracticable: el PPC nunca ha sido nada, ni es nada, ni será nunca nada, por su propia naturaleza. Está condenado a ser un títere de Génova (con la consiguiente ruptura con la sociedad catalana, que siempre le arrinconará) o intentar representar a la sociedad de su país (Cataluña) y estar cada día a la greña con el resto del PP. No hay salida. En cualquier caso, mis felicitaciones por su esfuerzo, y mis ánimos para el futuro, por mucho que vea poco probable que consiga lo que quiere: cambiar las cosas.

Todo esto es una muestra más de cómo el propio sistema se autoprotege para eliminar elementos discordantes (y esto no va sólo por el PP, es todo el entramado político). Las voces que discrepan se ven amenazadas por ocultas fuerzas que dificultan su éxito, de tal modo que cualquier cambio requiere enormes esfuerzos y mucha, muchísima suerte. Y así nos va, con incompetentes en las cúpulas de los partidos mientras quienes de verdad quieren mejorar las cosas son silenciados y apartados para que no les desmonten el tinglado a quienes ya están instalados en él. Y mientras nosotros a callar, al tiempo que contemplamos todo esto. Pues yo al menos le dedico unas lineas, para que conste que no está sola.

Imagen: http://mvergesros.files.wordpress.com

5 comentarios:

Aguijón dijo...

Monsieur,
Agradecido por tu referencia en el post, te comento que coincido en las reflexiones que haces en el texto.
Montse comentó más de una vez que la vida política catalana está emponzoñada. ¡Cuánta razón!.
Un abrazo,
Con tu permiso te pongo en el blog roll.

monsieur le six dijo...

Y sin mi permiso, hombre, un placer :)

Lamento que hayáis perdido los partidarios de la libertad, pero por lo menos se ha encendido una luz que hace intuir que no es del todo imposible que las cosas sean de otra manera. No ha podido ser, pero quizás será.

Anónimo dijo...

Pues no he terminado de leerlo todo, lo siento, pero es un tema un poco denso para leerlo en San Fermines.
Que tal va tu pata?
Saludos, en rojo y blanco ^^

monsieur le six dijo...

Mucho mejor, gracias :)

jajaja, el alcohol es lo que tiene, luego uno no está para leer tochos en casa. Nada, a pasarlo bien y aparcar las lecturas profundas hasta después de fiestas ;)

monsieur le six dijo...

Por cierto, muy a cuento de este tema, aconsejo leer:

la democracia de los partidos