Hace tiempo que tenía ganas de decir algo sobre este ex-reportero, y ahora me ha dado por hacerlo después de haber leído una divertidísima (o al menos a mí me lo parece, no creo que a Pérez-Reverte se lo parezca tanto) crítica a su obra Corsarios de Levante, escrita por Mary Luz Bodineau en La fiera literaria. La verdad es que de esa crítica hay cosas en las que coincido bastante y otras en las que no tanto, aparte de que creo que su autora peca de un exceso de celo en sus ataques al escritor, que a veces dan la impresión de ser una manía personal (no digo que así sea, sino que provoca esa impresión), pero igualmente la recomendaría mucho a todos, tanto a quienes leen a este hombre como a quienes no lo leen. Existen otras críticas sobre Pérez-Reverte publicadas en esa misma revista, como ésta, por ejemplo, pero no se centran en textos concretos de una obra y, por tanto, son más discutibles.
A Pérez-Reverte, le conocí, como tantas otras personas, viéndolo por la televisión mientras nos contaba cómo iba la guerra de Bosnia. Me pareció un buen reportero que se adentraba en la situación, no como muchos de los de ahora, que parece que estén ahí sólo para simular que se nos está informando con datos de primera mano, cuando en realidad no hacen mucho más que leer los comunicados de las agencias de información.
Luego desapareció de la TV y me enteré de que escribía artículos en los periódicos y que había sacado una obra titulada Territorio comanche. Me pareció un poco raro porque no confío mucho en que alguien de pronto "se meta" a escritor así como así, pero como nunca se sabe y a mi padre le dio por comprar la obra, pues le eché una ojeada. Me pareció un escrito lamentable, no ya para un escritor, sino incluso para un periodista. Parecía querer dotar de realismo al texto a base de lenguaje soez y mal gusto, como si las guerras se transmitiesen mejor hablando así (Homero también nos contó una guerra y nunca usó ese lenguaje). En fin, pensé que era un fenómeno puntual, pues era también la época en la que algunos personajes de la TV de pronto saltaban al mundo de las letras, no se sabía muy bien cómo. Recuerdo por ejemplo a Ángeles Caso, que pasó de anunciarnos el anticiclón de las Azores a hablarnos de la empreatriz Sisí.
Más tarde, creció su fama gracias a la serie Alatriste, con la que casi se convirtió en el Emilio Salgari de la España del siglo XXI. Pensé que quizás podría darle una oportunidad (aunque sin mucha fe, lo confieso) y le eché una ojeada a alguna de sus obras (siguiendo mi principio de los seis párrafos). Nueva decepción. De acuerdo, la prosa ya no era tan vulgar como la de Territorio comanche, pero se me antojaba pedante, superficial, propia de un escritor que quiere impresionar mucho siendo muy poco... no me convenció, y definitivamente desistí de encontrar en él a un escritor de calidad.
Poco después me enteré, con no poca sorpresa, de que había sido nombrado miembro de la Real Academia. Qué fuerte, pensé. Pero bueno, una vez más hice un acto de fe y confié en que quizás sería un buen académico aunque no fuese un buen novelista (cosa perfectamente posible, y en la que sigo confiando, por cierto). También llegué un día, por casualidad, a un artículo de los que escribe en XLSemanal, y la verdad es que me pareció muy bueno (hablaba de cómo habían querido impedirle en el Escorial que diese explicaciones a sus acompañantes sobre lo que iban viendo).
Desde entonces, leo su página cada semana, y aunque no me parece el mejor articulista del mundo, creo que se desenvuelve bastante bien. Le va mucho más ese género porque hay que ser más breve, más directo que en la novela, y parece que cuadra más con su carácter y su manera de decir las cosas. Cuando escribe artículos literarios no me gusta nada (y cada vez que lo hace me recuerda por qué no me gustan sus novelas), pero cuando son de opinión, me parece una persona que dice lo que piensa sinceramente, valientemente y sin cambiar de chaqueta. Cierto que a veces es un poco cansino con ciertos temas, o que se excede un poco queriendo parecer más directo a base de usar tacos, o que le sale la vena "tradicional" (vamos a dejarlo ahí para no buscar otros adjetivos más polémicos) cuando trata temas como las mujeres o la visión de España, pero aún así, siempre publica algún que otro texto en el que se muestra certero y mordaz. Las críticas a las feminazis, por ejemplo, me divierten muchísimo, porque no es fácil encontrar gente en este país y en estos días que se atreva a decir ciertas cosas políticamente incorrectas. A veces se pasa, de acuerdo, pero no está de más que alguna voz como la suya frene un poco tanta tontería de la que hacen galas algunas ilustres "miembras" de nuestra sociedad.
Como persona, sé muy poco de él; apenas alguna entrevista corta que he leído por la red, más una en video que le hizo Quintero en su programa. Da una imagen muy parecida a la que ofrece en sus artículos: tipo algo duro de carácter, con un cierto toque que puede parecer prepotente, pero también sincero. En cualquier caso espero que su carácter no sea como el que revela en la entrevista que incluyen aquí. Supongo que una mala tarde la tiene cualquiera. A saber.
Pero todo esto son simples apreciaciones personales, vamos a lo que importa. La señora Bodineau, autora de la crítica, acusa a Pérez-Reverte de practicar el pastiche, es decir la simple repetición de fórmulas ya conocidas, sin aportar realmente un estilo novedoso, y además cayendo a menudo en una presunta erudicción con la que no ayuda a hacer más amenas sus novelas, sino, al contrario, confundir y aburrir al lector. Bien, esto seguramente es opinable, aunque yo le doy la razón. Pero desde luego, en lo que creo que sí la tiene es en la indignación que muestra respecto a que se le haya elevado al puesto de escritor estandarte de nuestra literatura:
Imagen: wikipedia
A Pérez-Reverte, le conocí, como tantas otras personas, viéndolo por la televisión mientras nos contaba cómo iba la guerra de Bosnia. Me pareció un buen reportero que se adentraba en la situación, no como muchos de los de ahora, que parece que estén ahí sólo para simular que se nos está informando con datos de primera mano, cuando en realidad no hacen mucho más que leer los comunicados de las agencias de información.
Luego desapareció de la TV y me enteré de que escribía artículos en los periódicos y que había sacado una obra titulada Territorio comanche. Me pareció un poco raro porque no confío mucho en que alguien de pronto "se meta" a escritor así como así, pero como nunca se sabe y a mi padre le dio por comprar la obra, pues le eché una ojeada. Me pareció un escrito lamentable, no ya para un escritor, sino incluso para un periodista. Parecía querer dotar de realismo al texto a base de lenguaje soez y mal gusto, como si las guerras se transmitiesen mejor hablando así (Homero también nos contó una guerra y nunca usó ese lenguaje). En fin, pensé que era un fenómeno puntual, pues era también la época en la que algunos personajes de la TV de pronto saltaban al mundo de las letras, no se sabía muy bien cómo. Recuerdo por ejemplo a Ángeles Caso, que pasó de anunciarnos el anticiclón de las Azores a hablarnos de la empreatriz Sisí.
Más tarde, creció su fama gracias a la serie Alatriste, con la que casi se convirtió en el Emilio Salgari de la España del siglo XXI. Pensé que quizás podría darle una oportunidad (aunque sin mucha fe, lo confieso) y le eché una ojeada a alguna de sus obras (siguiendo mi principio de los seis párrafos). Nueva decepción. De acuerdo, la prosa ya no era tan vulgar como la de Territorio comanche, pero se me antojaba pedante, superficial, propia de un escritor que quiere impresionar mucho siendo muy poco... no me convenció, y definitivamente desistí de encontrar en él a un escritor de calidad.
Poco después me enteré, con no poca sorpresa, de que había sido nombrado miembro de la Real Academia. Qué fuerte, pensé. Pero bueno, una vez más hice un acto de fe y confié en que quizás sería un buen académico aunque no fuese un buen novelista (cosa perfectamente posible, y en la que sigo confiando, por cierto). También llegué un día, por casualidad, a un artículo de los que escribe en XLSemanal, y la verdad es que me pareció muy bueno (hablaba de cómo habían querido impedirle en el Escorial que diese explicaciones a sus acompañantes sobre lo que iban viendo).
Desde entonces, leo su página cada semana, y aunque no me parece el mejor articulista del mundo, creo que se desenvuelve bastante bien. Le va mucho más ese género porque hay que ser más breve, más directo que en la novela, y parece que cuadra más con su carácter y su manera de decir las cosas. Cuando escribe artículos literarios no me gusta nada (y cada vez que lo hace me recuerda por qué no me gustan sus novelas), pero cuando son de opinión, me parece una persona que dice lo que piensa sinceramente, valientemente y sin cambiar de chaqueta. Cierto que a veces es un poco cansino con ciertos temas, o que se excede un poco queriendo parecer más directo a base de usar tacos, o que le sale la vena "tradicional" (vamos a dejarlo ahí para no buscar otros adjetivos más polémicos) cuando trata temas como las mujeres o la visión de España, pero aún así, siempre publica algún que otro texto en el que se muestra certero y mordaz. Las críticas a las feminazis, por ejemplo, me divierten muchísimo, porque no es fácil encontrar gente en este país y en estos días que se atreva a decir ciertas cosas políticamente incorrectas. A veces se pasa, de acuerdo, pero no está de más que alguna voz como la suya frene un poco tanta tontería de la que hacen galas algunas ilustres "miembras" de nuestra sociedad.
Como persona, sé muy poco de él; apenas alguna entrevista corta que he leído por la red, más una en video que le hizo Quintero en su programa. Da una imagen muy parecida a la que ofrece en sus artículos: tipo algo duro de carácter, con un cierto toque que puede parecer prepotente, pero también sincero. En cualquier caso espero que su carácter no sea como el que revela en la entrevista que incluyen aquí. Supongo que una mala tarde la tiene cualquiera. A saber.
Pero todo esto son simples apreciaciones personales, vamos a lo que importa. La señora Bodineau, autora de la crítica, acusa a Pérez-Reverte de practicar el pastiche, es decir la simple repetición de fórmulas ya conocidas, sin aportar realmente un estilo novedoso, y además cayendo a menudo en una presunta erudicción con la que no ayuda a hacer más amenas sus novelas, sino, al contrario, confundir y aburrir al lector. Bien, esto seguramente es opinable, aunque yo le doy la razón. Pero desde luego, en lo que creo que sí la tiene es en la indignación que muestra respecto a que se le haya elevado al puesto de escritor estandarte de nuestra literatura:
Personalmente, no creo justificado, en el momento presente, este tipo de relato (que no novela). Pero, ya que existe, y que a un gran sector de los españoles –entre los que en manera alguna me cuento- les gusta, como les gusta tirar cabras vivas desde los campanarios, désele su lugar en los quioscos. Pero que profesores de Literatura y críticos como José Belmonte, Pozuelo Yvancos, Francisco Rico, Ángel Basanta, Ayala Dip, Ignacio Echevarría, Rafael Conte, García Posada, Víctor García de la Concha, Gregorio Salvador, Jordi Gracia, Santos Sanz Villanueva, Darío Villanueva- consideren su práctica una renovación de la novela, organicen congresos en torno al obsoleto autor y hagan a éste académico de la RAE, es como para renegar de este país y largarse a otro más civilizado.La verdad es que creo que la indignación, aunque algo exagerada, está justificada. En efecto, nada tiene de malo que surjan escritores de relatos de aventuras para entretener a la gente en sus ratos libres. Incluso es aceptable que sus lectores devoren estas obras plagadas de palabrejas raras que nadie entiende y cuyos personajes no hacen sino repetir estereotipos ya demasiado tratados. Lo que ya no es tan de recibo es que a gente como esta se la eleve a la categoría de estandartes de nuestra literatura; porque una cosa es aceptar que literatura más bien mediocre se venda y se lea como entretenimiento (que es algo que también está muy bien en según qué contexto) y otra muy distinta encumbrar a estos autores de medio pelo como si fuesen el espejo en el que han de mirarse los jóvenes que aspiran a dominar el arte de la literatura. A este respecto recomiendo un acertado artículo de María José Hernández que señala este error; pero de eso no tienen la culpa ellos, sino los demás, los que tragamos y aceptamos que las cosas sea así, ante el temor que nos acusen de elitistas o de querer imponer nuestros gustos al conjunto de los lectores. Perdido ya el Norte, aniquilada ya la crítica por el relativismo del gusto, todo vale, y cualquiera, hasta Pérez-Reverte, pasa por ser el novelista del siglo.
Imagen: wikipedia
5 comentarios:
A Perez-Reverte hay que pillarle el punto. Es un tipo dificil, y sus novelas tambien. Solo me he leido dos de ellas: Cabo Trafalgar y El Pintor de Batallas (De esta última todo el mundo habla mal, pero a mi me gustó, aunque no es una novela muy al uso)
Lo que ocurre con Reverte es que escribe desde la vida. No es un escritor de cuarto oscuro y noches en vela. Es un tipo que entre novela y novela viaja, vive y recuerda. Es un tipo que conoce el lado oscuro de la vida, y el conoce el lado oscuro inevitablemente se mancha. Perez-Reverte no solo es dificil, sino que además es un tipo bastante chungo. Pero es lo que hay. No estoy de acuerdo con muchas de sus opiniones, y a veces se pasa tres pueblos. Pero si no lo hiciera no sería Perez-Reverte.
Por cierto, la critica de la que hablas tira a matar. Me sorprende que alguien se moleste en escibir 18 paginas para condenar a un autor, y utilice terminos despectivos como Alaperez o Perez-Reviente, etc,etc.
También se le acusa de que sus novelas no son otra cosa que una recreación a menudo desacertada de una epoca determinada. A poco que uno halla leido de Reverte, se da cuenta que -con mucho, o con muy poco acierto- intenta ahondar en sus personajes, en las motivaciones y en los entresijos del alma humana, a fin de cuentas.
Termina diciendo que Reverte rezuma patriotismo Tejeriano. Acabasemos. Al final todo va de lo mismo. Creo que Reverte es un tio de los mas criticos con esa cosa llamada España, pero con opiniones como la de las femi-nazis enseguida te cuelgan el cartel de fascista,tejeriano,etc.
Por ultimo comentar que el padre y el tio de Perez-Reverte combatieron en la guerra civil en el bando republicano. Es una dato que mucha gente desconoce y que no está de más tomar como referencia.
iscariot, es cierto que la crítica que hacen es algo exagerada, y además algunas cosas que dicen yo no las comparto o no del todo; pero eso se debe también a que la revista en la que se han publicado es justamente una revista creada en buena medida para atacar la novela comercial actual y criticar el triunfo de la mediocridad en las letras españolas actuales. Si te pasas por su web y miras otras críticas a escritores contemporáneos como Gala o Almudena Grandes, verás una ferocidad parecida (por eso se llama "la fiera literaria"). De hecho, Pérez-Reverte no es de sus blancos preferidos. A él, lógicamente lo machacan por su machismo, su españolismo (que aquí llaman Tejeriano por exagerar), etc., igual que a otros escritores por otras cosas. Digamos que es una caricatura. En cualquier caso, creo que acierta en lo esencial, que es dejar claro que este tío no es ningún gran novelista, como algunos quieren hacer creer.
Por otro lado, yo no es que piense que Pérez-Reverte sea ningún facha, pero sí que tiene una clara visión romántica (y muy, muy centralista) de la nación española, aunque la mezcle con ese desprecio tan suyo que le lleva a decir cosas como lo de "la puta que nos parió a todos", etc. Sus familiares lucharían en el bando que fuera, pero esa no es la cuestión. Basta con leer sus artículos sobre los nacionalismos periféricos para saber qué es lo que piensa.
Y sobre lo que dices que hay que pillarle el punto... hombre, a mí, como digo en el artículo, hay cosas en las que sí me cae "bien" o que pienso que hace bien, pero por ejemplo, las respuestas que da en la entrevista que enlazo, me parecen directamente de un borde y un prepotente. Y no es él tan gran personaje como para tener esos humos.
Sobre lo que dices de los nacionalismos, es correcto. Muchas veces tacha a los nacionalistas de paletos, ignorantes... todo aquel que no coincida con su visión historica es un enemigo. Este es uno de los ejemplos del Reverte chungo y prepotente al que hacía referencia en mi anterior comment.
El problema con Reverte es que todo el mundo le juzga por sus ideas(no dudo de tu juicio, que tiene pinta de imparcial), es muy raro que la gente juzge imparcialmente sus obras. Pero es un riesgo que corre aquel que juega con su imagen para promocionar una novela.
Dale una oportunidad a Cabo Trafalgar. Es posible que te parezca horrible(de hecho es posible que sea una novela horrible), pero lo que sé de Trafalgar, lo sé de la mano de Reverte.
Bueno, dejo a Reverte de lado de una vez por todas y prometo pasarme regularmente. Un saludo!
Hola, te quiero comentar la existencia del blog Lector Iracundo, donde podrás encontrar más críticas acompasadas, varias de ellas sobre escritos de Pérez:
Crítica acompasada del discurso de ingreso de Javier Marías Franco en la Real Academia Española.
Bochornosa Breda. Crítica acompasada de El sol de Breda (Arturo Pérez Reverte, Editorial Alfaguara).
Ojos azul billete, crítica acompasada de Ojos azules, de Arturo Pérez Reverte (Editorial Seix Barral).
Autopista al infierno, crítica acompasada de Esperadme en el cielo, de Maruja Torres (Premio Nadal 2009, Ediciones Destino).
Hablar con el rabo, crítica acompasada de El habla de un bravo del siglo XVII, discurso de ingreso a la Real Academia Española de Arturo Pérez Reverte.
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