jueves, 6 de septiembre de 2012

Por qué Olvido Hormigos no debe dimitir


A veces hay sucesos que aparentemente son meras anécdotas curiosas e incluso graciosas, pero que contienen un mensaje mucho más profundo, que nos debería mover a actuar para cambiar las cosas. Es el caso del escándalo desatado por un vídeo erótico en el que Olvido Hormigos, concejal del ayuntamiento de Los Yébenes, Toledo, aparece masturbándose. Es un vídeo breve y en el que no se ve más de lo que se puede ver en cualquier playa a la que esta señora fuese a hacer top-less sin que nadie la criticase, pero por lo visto a los meapilas de este país, que siempre han sido muchos y cada vez parecen ser más, les resulta insoportable.

No es la primera vez ni el único lugar en el que la gilipollez colectiva sale a la luz con este tipo de temas. Recordemos el reciente caso de de Karina Bolaños, una viceministra de cultura de Costa Rica que tuvo que dimitir por algo parecido. Y quién no recuerda el caso de Clinton, aunque aquello fue ligeramente diferente. Este tipo de cosas te hacen recordar que, en el fondo, la sociedad tiene los políticos que se merece: corruptos aburridos. Gente a la que nunca pillarán en un vídeo masturbándose, porque están más ocupado amañando concursos públicos para favorecer a la empresa del cuñado, o construyendo un aeropuerto en medio de la nada con un dinero que no tienen pero que tampoco les importa porque, total, nadie les va a pedir responsabilidades.

El tema ha llegado tan lejos que la concejal dimitió ayer mismo, según he entendido por lo que leo en Internet, al parecer porque no se sentía cómoda con las críticas y comentarios de sus vecinos y por la manera en la que este hecho pudiera afectar a la imagen de su partido y a la suya propia como política.

Fíjense cómo será la cosa que, en realidad, el vídeo ni siquiera lo ha subido ella. Por lo visto alguien (no se sabe aún quién) consiguió el archivo (no se sabe aún cómo) y lo subió. Ella no ha hecho otra cosa que grabarse a sí misma, nada más, ni siquiera lo ha hecho público. Pero ahí la ven ustedes, dimitiendo.

Todo esto me lleva a pensar varias cosas:

1. Me pregunto qué coño le importa a la gente que alguien se grabe en vídeo, sea éste erótico o no, de cara a valorarlo como político.
2. Me pregunto si hay algo malo en que una señora se masturbe, e incluso en que lo grabe, si es que esa grabación es privada suya y no la difunde por ahí. Y me respondo que nada, y que me cuesta mucho creer que nadie que no sea un santurrón retrasado piense de otra manera.
3. Me pregunto si por ejemplo a Carlos Fabra (por poner un ejemplo entre mil, porque España está plagada de casos de todos los partidos políticos) le afectan en su conciencia todos los mamoneos que lleva a cabo desde su cargo político, si algún día le quita un sólo minuto de sueño el derroche de dinero de su estúpido aeropuerto, un dinero que tan necesario sería para las arcas públicas. Seguro que no.
4. Me pregunto a continuación si Fabra habrá tenido que aguantar críticas y burlas de sus conciudadanos que le molesten hasta el punto de dejar su cargo por su propia tranquilidad y por el bien de su partido. Seguramente tampoco.
5. Me pregunto entonces si tiene sentido que, mientras gente como Fabra campa a sus anchas sin molestarse lo más mínimo despues de desarrollar una labor pública tan poco digna, tengamos que ver cómo la concejal toledana dimite por algo que en nada debiera afectar a su cargo público.
6. Me pregunto también qué catadura moral tienen los partidos políticos que, desde su seno, ni censuran los mafiosos como Fabra (desde el PP se le ha llegado a llamar "ciudadano ejemplar"), ni piden a Olvido que reconsidere su dimisión (la concejal ha recibido múltiples apoyos, pero a título particular, aún no he escuchado ninguna declaración oficial del PSOE).
7. Me pregunto también qué catadura moral tendrán aquellos ciudadanos, que en medio de una crisis como la actual, una falta de dignidad política tan grave como la actual, con listas electorales plagadas de imputados y de reconocidos corruptos, no tienen otra cosa que hacer que juzgar a sus cargos en base a vídeos privados que nada tienen que ver con su actividad pública.

Por todas estas cosas, creo que sería positivo que Olvido Hormigos reconsiderase su dimisión. Incluso se ha abierto una página para recoger firmas, en la que yo mismo ya he firmado, por supuesto. Porque no, no es un asunto local de Los Yébenes, es algo mucho más grave. Es algo que nos lleva a plantearnos qué idea tenemos los ciudadanos acerca de la dignidad de un político y qué idea tienen ellos mismos y sus partidos al respecto. Porque la dimisión, en cualquier puesto, sea político o no, sólo puede deberse a dos razones. Una es la imposibilidad de realizar su labor (problemas de salud, falta de capacidades, etc.), que encuentro que no es el caso. La otra, es una cuestión de dignidad. Dimite quien cree que es indigno del cargo o cree que los demás lo van a considerar así. Y ahí es donde yo quería llegar: ¿Dignidad, es salir a la palestra con cara de amargado, como Rajoy? ¿Falta de dignidad es masturbarse, e incluso grabarlo? 

La realidad es que nuestra sociedad tiene un nivel cultural y democrático muy bajo, y si queremos que algún día las cosas sean de otra manera, es necesario moverse, dar la cara y enviar un mensaje de aliento a quienes creemos en la verdadera dignidad, y de rechazo a quienes critican sin razón. Y si Olvido dimite definitivamente, se estará haciendo todo lo contrario: se estará lanzando el mensaje de que todo está perdido, de que la dignidad de una persona que está en la política no depende tanto de lo que robe, sino de que se le vean las tetas. 

Entiendo que no debe ser fácil, y que debe haber motivos totalmente personales que lleven a Olvido a dimitir a pesar de todo, por su propia tranquilidad. Pero todos sabemos (y quienes entran en la vida política lo deberían saber más que nadie) que a veces hay que hacer sacrificios personales para conseguir un bien colectivo. Dar la cara en un caso como este y responder con valentía a las críticas, no sólo devolvería una cierta dignidad a su partido y a la política española, sino que seguramente haría mucho más bien por las mujeres y su proyección en la vida pública que cien pomposos ministerios de Igualdad, con sus correspondientes Bibianas Aído.

Por todas estas cosas, me sumo a las innumerables peticiones para que Olvido no dimita. Porque aunque el vídeo es totalmente personal, y su cargo es puramente local, este asunto es cosa de todos.

Imagen: http://caminohacialavidaenigualdad.blogspot.com/2012/06/dia-51-quien-soy-yo-verguenzaatrevimien.html

Actualización: Leo que de momento Olvido no piensa dimitir, lo cual me alegra sobremanera. Gracias a todos los que la han apoyado para que reconsidere su decisión.

2 comentarios:

INTERSEXCIONES dijo...

Yo, como la portavoz de muchos seguidores de Intersexciones, estoy obligada a decirte que te echamos tremendamente de menos:)

monsieur le six dijo...

Vaya, me ha llegado que os acordéis de mí :)
Ahora me paso y os dejo un pequeño comentario ;)